SANTA FE-ARGENTINA  (PrensaMare)  Una vez establecidos los primeros pasos para atender la problemática sanitaria nacional ante la pandemia, la oposición neoliberal y derechista y los medios hegemónicos de prensa se encargaron de oponerse.

Fueron la ‘tropa de avanzada’ de una ofensiva anti-vacunas, que –vale recordarlo- en el país se pagó con vidas.

Igualmente, el pasó de los meses demostró que en su amplia mayoría la sociedad respondió satisfactoriamente al plan vacunatorio. Ello se cumplió, pese a que desde los medios, y las redes sociales se alentaba el no cuidado, el no respetar el distanciamiento social, no usar barbijos y reunirse grupal o masivamente. Inclusive convocaban a marchas callejeras.

El tiempo ha mostrado el rotundo fracaso de los antivacunas en el país, pese a que continúan con gran prensa.

En lo que respecta a la campaña en la provincia de Santa Fe, la primera vacuna fue suministrada hace un año en el Hospital José María Cullen, y los números son contundentes:

·         El 29 de diciembre de 2020 en el Cullen (de esta ciudad), el médico clínico Carlos Zucchella, fue el primer vacunado en la provincia

·         Al 29 de diciembre de 2021 se han colocado en la provincia 6.296.287 de aplicaciones

·         De esos más de 6 millones, 3.076.035 corresponde a la primera dosis

·         2.780.548 completaron el esquema

·         234.447 recibieron los adicionales y

·         157.257 las de refuerzo.

En el país se han suministrado hasta el 29 de diciembre 2021 un total de 68.489.415 dosis, cuyas marcas fueron:

·         Sputnik V

·         Sinopharm

·         Astrazeneca

·         Moderna y

·         Pfizer.

El gobierno nacional no aceptó las maniobras llevadas adelante por la oposición neoliberal y derechista que pretendió ‘atar’ al país a un laboratorio determinado (Pfizer), y mantuvo negociaciones con diferentes países y empresas productoras. Fue así que logró un elevado nivel de abastecimiento.

La llegada de tanta cantidad de vacunas y la gran cantidad de vacunados hace que actualmente el ‘estallido’ de la variante Omicron –si bien es elevado en números-, no reviste la gravedad que presenta en otros países.