MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari)  (Abordando eso gris, que parece la teoría).

Algo maravilloso y a la vez increíble es que en la Unión Soviética se imprimieran en 55 tomos las obras completas de Lenin.  Está todo documentado. Nosotros acá aún hoy no sabemos a quién y porque se le ocurrió que el MLN debía tomar Pando. Tampoco tenemos a mano los documentos para saber en qué momento los que reprimieron tuvieron la información.

Si de hechos como la huelga general de respuesta al golpe de estado, se conoce como nació la idea y del debate en miles de asambleas.

Entre cientos de notas hay tres libros de Lenin, sin los cuales es imposible comprender lo que pasó: “Materialismo y empiriocriticismo”, “El Estado y la Revolución”, y “El Imperialismo fase superior del capitalismo”.

Hoy en muchas mentes reina la confusión: liberales, son los burgueses hijos de puta, atrincherados en sus negocios y propiedades y totalitarios los que defendemos los derechos libertarios de los trabajadores.

Sin embargo no todo es tan simple, es necesario estudiar, intercambiar, analizar los hechos.

Estudiando a Lenin se puede comprender porque hoy China  y Vietnam están en el centro del desarrollo del capitalismo y del libre comercio mundial.

También estudiando a Lenin, podemos sentir la necesidad de un programa que permita a la humanidad pasar de la predominancia del capitalismo a la predominancia en el nacimiento de un modo de producción superior.

Parar la guerra, que es el negocio esencial del capitalismo como sistema, que tiene en su interior a los mejores técnicos, los mejor pagos, y un producto para destruir varias veces a la humanidad toda.

Reconvertir todo ese aparato el capitalismo como modo de producción predominante ya no lo puede hacer, debe dar paso a un modo de producción superior que requiere unir voluntades de gobiernos, de partidos, de movimientos, de sindicatos, de organizaciones sociales de todo tipo.

No es que se llega al poder, se estatiza todo y de la unión de los estados estatizados surge el nuevo sistema social, eso nada tiene que ver con las ideas de los maestros.

Por el contrario el límite del capitalismo está marcado por la muerte de la rentabilidad y la necesidad de poner todo el aparato productivo a favor del desarrollo en la atención a las necesidades humanas.

En nuestra América hemos vivido una larga etapa en que las burguesías nacionales buscaban un desarrollo propio y basculaban entre el juego del entonces imperialismo yanqui y los movimientos populares. Así se explican como el FMI manejó las monedas y los impuestos, y en todo el espectro político aún no hay respuesta a ello. De eso no se habla. Acaba de finalizar el Congreso del Frente Amplio, se aprobaron programa y candidatos, sin embargo no hay respuesta a esto que venimos analizando.