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MUNICH: ZELENSKY (CADA VEZ MÁS SOLO) MENDIGA AYUDA MILITAR

MUNICH: ZELENSKY (CADA VEZ MÁS SOLO) MENDIGA AYUDA MILITAR

BERLÍN-ALEMANIA (Especial para PrensaMare)  En la Conferencia de Seguridad de Múnich, y transcurridos casi 2 años del inicio de la guerra con Rusia, el presidente ucraniano pidió ayudas.

Lo hizo luego de conocerse una nueva derrota militar, donde las autoridades de Kiev “explicaron” que se retiraron de la ciudad de Avdiivka (línea del frente en el este), para evitar ser cercadas por las fuerzas rusas. Una forma ‘elegante’ de no reconocer semejante revés militar.

Lo cirto que Volodimir Zelenski el 17 de febrero ‘exigió’ (¿?) más ayuda militar a los líderes de las potencias occidentales llegados a la Conferencia.

Continuando con un exitismo injustificado ante la realidad, el mandatario expuso que "Los ucranianos hemos demostrado que podemos obligar a Rusia a retroceder". Para luego agregar que "Mantener a Ucrania en un déficit artificial de armas, en particular de artillería y de capacidades de largo alcance, permite a (el presidente ruso, Vladimir) Putin adaptarse a la intensidad actual de la guerra".

Un análisis tan precario y simplista que no alcanza para ser tomado en serio, para máxime, expresado ante semejante auditorio.

La Unión Europea ya anticipó que solo podrá abastecer en un 50% el pedido ucraniano de municiones a breve plazo. Lo que se agrega a la reticencia estadounidense a liberar fondos para Kiev.

Luego, buscando disimular el ser  un ‘rehen’ de la disputa entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano estadounidenses –para apoyar el envío de más dineros-, agradeció "el apoyo bipartidista" (¿?) y dijo que "estaría encantado" de ofrecer a todas las partes información sobre la "guerra real" en su país e invitó a Donald Trump a ir al frente de batalla.

Más adelente se ofreció –además de acompañar al político estadounidense al frente-, a conversar “sobre cómo poner fin a la guerra”. Una expresión que posiblemente constituya el mayor reconocimiento de Zelenski respecto a que el poner fin al conflicto con Rusia no depende en absoluto de su decisión ni de las clases dirigenciales ucranianas.

Se conoció también, que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, al reunirsé con Zelenski le ratificó el apoyo de su país, asegurándole que Estados Unidos no permitiría que los roces políticos se interpusieran.

Una expresión que no se entiende si ella se refirió a las disputas entre los dos partidos estadounidenses, o a la promesa que Washington no intervendrá en las crecientes disputas políticas y militares existentes en Kiev (aunque se sabe que ya la embajada estadounidense ‘avanza’ en preparar la etapa post-Zelensky...).

Mientras tanto, la cruda realidad ucraniana ha quedado en medio de la campaña electoral de cara a las presidenciales del 2024 en Estados Unidos. Un evento que muestra a Biden retrocediendo en las preferencias electorales y a Donald Trump bien plantado y con serias posibilidades para regresar a la Casa Blanca.

Una situación interna, que muestra a un Biden pagando un elevadísimo costo por su incondicional apoyo al genocidio israelí en la Franja de Gaza, y por estrepitoso fracaso político-militar en Ucrania.

La situación de Zelenski es tan delicada que el mismísimo Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió a Estados Unidos que cumpla "lo prometido" a Ucrania y recalcó que esta ayuda "es vital y urgente".

En medio de un gran secreto se supo que en la Conferencia de Múnich, los principalísimos temas tratados fueron la cción de Israel contra el movimiento palestino Hamas en la Franja de Gaza, y la crisis de Ucrania.

Mientras funcionarios, y políticos realizaban esos análisis en la ciudad alemana, también tuvieron en cuenta que la retirada de las tropas ucranianas de Avdiivka, ha sido la primera gran decisión militar del nuevo comandante en jefe de Kiev, Oleksander Sirski (llegado al cargo el reciente 8 de febrero).

Los mismos militares que han actuado irresponsablemente desde febrero de 2022 en que comenzó la operación militar rusa, ahora justifican el retiro de uno de los frentes pretendiendo hacerlo pasar como una “actitud valorable y destacable” pues evitó ser cercados y lograron “preservar la vida y la salud de los militares”.

Si bien esas expresiones sirven para seguir manteniendo el triunfalismo mediático de occidente, a la hora de los análisis serios, se concluye que Ucrania a sufrido otro gran revés militar.

La resistencia que efectuaban desde octubre de 2023 llegó a su fin en esa localidad situada en la cuenca minera del Donbass.

La ciudad fue tomada brevemente en julio de 2014 por los prorrusos, pero Ucrania logró recuperarla, hasta ahora.

Este ha sido el panorama que afrontó el presidente ucraniano, que mes tras mes sigue perdiendo preferencias y cada vez es más mirado con reservas (y de reojos) por quienes hasta meses atrás eran sus principalísimos apoyantes y aplaudidores. En síntesis: Un paso de Zelenski por la Conferencia de Múnich, con mucho olor a fracaso.