Lun. 18. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Política

SIGUE AUMENTANDO LA CARNE EN ARGENTINA

SIGUE AUMENTANDO LA CARNE EN ARGENTINA

Lo que afecta a los sectores populares y medios...

SANTA FE-ARGENTINA  No se detiene el precio de la carne para los consumidores argentinos. Los ‘pronosticadores económicos’ sostenían que una vez superadas las fiestas navideñas, los productos carneos se estabilizarían, pero nada de ello sucedió.

Mientras el presidente Mauricio Macri afirmaba el miércoles 13 de febrero, en una entrevista radial que la inflación estaba bajando, al día siguiente el INDEC dio a conocer el IPC Nacional de Enero 2019 que mostraba una leve aceleración de la inflación (tanto del Nivel General como del componente Núcleo).

Pero no todo queda allí, sino que ya se calcula que en el mes de febrero la inflación podría ser superior al… 3,5%. Ello es producto del alza de las tarifas, las remarcaciones en supermercados y el ‘salto’ del precio de la carne vacuna.

De esta forma las proyecciones anuales ya tienen una base: el 35% de inflación anula 2019 (¡).

Un comienzo de año a nivel económico que ni el más pesimista de los macristas y radicales podían imaginar.

Mientras tanto, el último informe del BCRA (Banco Central) proyecta una inflación 2019 que llega al 30% para este año. Lo que hace caer las promesas verbales de funcionarios del gobierno que iba a ser del 15% y de lo considerado en el Presupuesto 2019 (del 23%).

La inflación del 2018 fue del 35% en general, pero del 50% para los sectores más pobres (considerando sus consumos). Lo que demuestra que Macri ha ‘garantizado’ un promedio mensual inflacionario del 2%.

Lo que hizo caer todos los contratos paritarios, que debieron reabrirse o recurrir a reajustes; lo que es respondido por los formadores de precios con nuevos reajustes.

A todo ello, los precios de la hacienda vacuna se elevaron casi el 40% en lo que va del verano, a la par de la suba del dólar. El oficialismo y los exportadores de carnes se autofelicitan y alegran, pero esa salida de carnes al exterior es replicada en los precios en supermercados y carnicerías argentinas.

Mientras los consumidores tienen pesificados sus ingresos, la carne se dolariza…

Las excusas son las de siempre: “que se busca normalizar el mercado”, “que la sequía influyó en los precios”, “que aumentó el precio de la alimentación del ganado por la perdida de pasturas y las subas del precio de la alfalfa y del maíz", “que existe un stock vacuno acotado”, “que hubo oferta abundante en 2018 y escasez de animales en los primeros meses del año”...

Lo cierto es que el precio del vacuno vivo en el Mercado de Liniers (que influye en todos los precios que se manejan en el país) equiparó la suba del tipo de cambio acumulada desde abril de 2018.

A todo ello, sigue bajando la demanda interna (el consumo popular). Y lo peor es que creciendo las exportaciones, quienes manejan las compras de ganado en el país consideran que todavía “existe margen” para seguir aumentando los precios a nivel local.

Además, “justifican” ese pensamiento pues afirman que el costo de la alimentación creció más que el dólar en dicho período y ‘alguien’ se tiene que hacer cargo de ese ‘desfasaje’…

En enero el promedio de aumento de la carne fue del 5%; pero en la primera quincena de febrero se elevó otro 10% (¡). Ello hizo que los productos sustitutos como la carne de pollo y de porcino, también se incrementaran. Lo que significa que la carne vacuna actúa como un disparador (que impulsa) los aumentos en otras carnes.

De esta forma, todo hace pensar que enero-febrero-marzo (primer trimestre del 2019) podría cerrar una inflación del 10% (¡); lo que hace peligrar aún, los peores pronósticos para la inflación anual.

Lo que significa que será imposible la recomposición del poder adquisitivo de los sectores populares y medios, y no existirá incremento del consumo interno (mucho menos las prometida reactivación de la que viene hablando Mauricio Macri desde diciembre de 2015).