SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare)  Desde que Néstor Gorosito asumió al frente del plantel de Colón, el equipo mostró una mejoría, sumó puntos, volvió a ganar y logró que se tranquilizara la inquietud que hasta esos momentos reinaba en dirigencia y simpatizantes.

Algunos jugadores recuperaron su nivel y se mostró una cierta mejoría en el funcionamiento como equipo. Por lo menos aparecieron ciertas soluciones a situaciones graves mostradas en sus líneas (particularmente en defensa y en mediocampo).

Pero el paso de los partidos y ya entrando en los días finales de mayo han aparecido dentro del plantel ciertas situaciones que comienzan a preocupar nuevamente (a simpatizantes y dirigentes... y también jugadores).

Ocurre que entre integrantes del plantel se plantean interrogantes respecto al entrenador, que no tienen respuestas. Lo cual –al parecer- quedó evidenciado dentro del campo de juego en los partidos ante Instituto (0-1) y Barracas Central (1-1). Partidos donde Colón bien podría haber sumado 6 puntos, y solo cosechó 1.

Los interrogantes que deja abiertos Gorosito (entre los jugadores), son:

·         Qué necesidad existe en sospechar y hablar mal de los árbitros, antes, durante (con señas propias de ‘vendehumo’ para la tribuna) y después de los partidos... Acaso el entrenador no sabe (habiendo sido un destacado futbolista) que ello ya es conocido en el ambiente arbitral, y predispone a que a la hora de dirigir, los futbolistas de Colón sean las ‘victimas’...?

·         Qué necesidad existe en hacer entrenar de una forma a Troncoso, para luego no darle ningún minuto de juego...?

·         Qué necesidad existe en efectuar contantes cambios en el mediocampo con Picco, Vega y Chiccó como protagonistas, no otorgándoles continuidad y exponiéndolos siempre ante la tribuna como que son ‘culpables’ del mal juego...?

·         Qué necesidad existe de garantizarle siempre los 90 minutos de juego a Perlaza (que ha mostrado que es un gran jugador), cuando todos se dan cuenta que no puede jugar los 90 minutos...?

·         Qué necesidad hay en mostrar siempre una supuesta superioridad y/o agresividad para con los periodistas de Santa fe (no así para con los de Buenos Aires...), que al momento de tener malos resultados se volverán en contra de los futbolistas...?

Como broche final: No están conformes con las indicaciones que les aporta durante el partido. Máxime que observan que para Gorosito es común realizar expresiones, gestos, muecas, caras, sonrisas o darse vulta y dirigirse hacia el banco de suplentes, como forma de disconfomidad para con sus dirigidos que también observan los simpatizantes al estadio y/o los televidentes...

Por ahora estas disconformidades pasan desapercibidas, pero nadie sabe hasta cuando...