MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari)  (Abordando eso gris, que parece la teoría).

He puesto atención y escuchado numerosos análisis sobre la crisis del 2002. En todas me quedo con un gusto a poco. Ahora no individualizo, es lo que ha estado pasado con actores que no han entendido dar a conocer todo lo que guardan de esta crisis.

En esos años compartía una estrecha militancia y amistad con Juanjo Ramos, y no fueron pocas las veces en que le reclamé escribiera sobre cómo habían ocurrido los hechos. Su respuesta era siempre la misma: me voy a juntar con Alejandro y lo vamos a hacer, hoy no están ninguno de los dos. Lo desafiaba diciéndole: “fíjate Juanjo que Lenin documentaba todo y estaba al frente de una revolución, no es comprensible que no se pueda hacer lo mismo para una crisis como la nuestra”, y la vida y las deformaciones de los hechos que se han realizado luego muestran claramente que hubiera sido más que una necesidad hacerlo, con el objetivo fundamental de que se preservara la verdad.

Tengo la convicción, no la certeza, de que la noche en que Juanjo va directamente a hablar con Batlle, este ya tenía la renuncia firmada, en razón de la reacción del Fondo y de lo que ocurría en Argentina, -una cascada de Presidentes renunciando-. Las fuentes son varias, y muchas de ellas se contradicen.

Juanjo directamente respaldado por Seregni y por un grupo formidable de compañeros del gremio bancario, - en el Frente predominaba la idea de que Batlle debía renunciar, lo cual le hacia el juego a Aninat en el Fondo- le plantea a Batlle que no debe renunciar y que con Alejandro se comprometían a asumir los hechos y negociar con el Fondo.

Batlle asume una actitud digna de lo que han sido los Batlle en la historia del Uruguay y acepta el planteo del “sindicalista”.

Este inmediatamente desafía públicamente a  Eduardo Aninat (Ejecutivo del FMI), lo acusa de ser parte de la mafia chilena que opera sobre los sistemas financieros de esta zona, pero a la vez abre con Atchugarry la negociación con el Fondo, que ya sentía el impacto en el mundo de lo de Argentina y entonces este accede a negociar.

Sin la negociación con el Fondo no hubiera habido préstamo puente por más amistad que existiera de Batlle con Busch.

El otro tema que tiene ribetes amargos es el rol de Talvi, ejecutor de la política de Ramón Diaz de transformar a esta plaza en financiera, en la práctica una especie de paraíso fiscal.

Talvi renunció a asumir su responsabilidad. Surgen aquí anécdotas cuya veracidad no puedo confirmar. Una de ellas, de que Edgardo Novik,  que oficiaba de chofer de Batlle –tampoco lo he podido confirmar-, discutió con Talvi esto de no aceptar el Ministerio.

AEBU había advertido de la situación, más aún luego de la crisis del Eurobank, en que se redacta un documento que se envía a todos los presidenciables y a los organismos financieros nacionales e internacionales con el título de “sistema financiero un asunto de Estado”, me tocó presentarlo en varios lugares del país.

Esto hizo que el Contador Iglesias, director del BID invitara a AEBU a visitar la sede del organismo en EE.UU. así como la delegación también se entrevistó con el Banco Mundial. La delegación de AEBU estuvo integrada (se preservaba de que todas las tendencias en el seno del sindicato estuvieran representadas) por Eduardo Fernández, Juan José Ramos, Ángel Peñaloza, (Presidentes del Sindicato y de cada uno de los sectores), Contador Julio Fornaro –asesor del sindicato- Leonardo Di Doménico y Gustavo Weare por las corrientes sindicales representadas en el Consejo Central del sindicato.

Conocí hace poco por un dirigente de AEBU de ese entonces, que se pretendió a la salida de la crisis que hubiera una declaración pública de la Presidencia de la República y de AEBU, lo que no fue posible porque en AEBU surgieron discrepancias sobre el tema.

En lo personal y luego de pasados los años, considero que esta fue una de las causas – no la única- de la renuncia posterior de Atchugarry.

Como vemos hay mucho para analizar sobre el tema, más ahora que el sistema financiero mundial está jaqueado por complejas situaciones a las que deberemos hacer frente.

AEBU afrontó la crisis - podríamos decir que inaugurando el sistema de video conferencias de Antel- con lo que cubrió a trabajadores y ahorristas en todo el país. Fueron formidables asambleas en las que se destacaban siempre las apreciaciones políticas y sindicales de Juanjo. El país todo tuvo a través del gremio bancario una opinión autorizada y responsable sobre lo que estaba pasando y que soluciones se arbitraban. Aplicar todos los resortes de la democracia cuando más se necesita, en los momentos de crisis, apuntaladas por un sindicato y un gremio que ya lo habían hecho en beneficio de la gente y del país en la crisis bancaria de 1965.

El Gobierno sintió que parados en ángulos distintos de la realidad nacional se hacían esfuerzos comunes para abordar la salida a una crisis que era muy grave para todos.

Conste que con esto no quiero cerrar el debate, por el contrario cada quien en esta crisis debe decir su verdad, para que se debata, y para que podamos prepararnos como país a las contingencias de una crisis que tiene expresiones como la del 2002 pero que desde mi modesto punto de vista no es ni más ni menos que la necesidad en el mundo de que la predominancia del modo de producción capitalista pueda morir en paz.