SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Desde febrero del 2022 en adelante, el mundo asistió a un relato del mundo occidental sobre la crisis de Rusia y Ucrania, tendencioso, engañoso, falso y fracasado.

Desde la primera semana de octubre de 2023 el mundo asiste a un nuevo relato en el mismo sentido respecto, pero centrado en una región asiática, con Palestina e Israel como protagonistas.

En ambos casos el poder político, militar, económico-financiero, religioso, cultural y comunicacional se equivoca. Y la verdad queda expuesta en forma cada vez más rápida y de manera contundente. De allí la necesidad de occidente de censurar y ocultar lo que realmente sucede en ambos conflictos.

Para el caso de Ucrania, se mira para otro lado mientras amplios sectores sociales europeos se oponen a seguir respaldando la política de Washington de confrontar con Rusia, usando a los ucranianos y a los propios europeos (rehenes militares y energéticos de EEUU).

Para el caso de Palestina, se mira para otro lado mientras cada vez son más los actos, declaraciones, manifestaciones y repudios al criminal accionar de Israel, desde hace más de seis décadas.

En los últimos años, EEUU e Israel han venido llevando adelante políticas de extorsión, cooptado, sobornos, presiones y de ‘canjes’ con diferentes gobiernos (particularmente los árabes), apostando por aislar a Palestina y dar una re-configuración geopolítica en esa región asiática.

Todo parecía marchar viento en popa para los objetivos estadounidenses-israelíes. Tanto es así que lograron que Marruecos se alineara con Tel Aviv y hasta permitiera la apertura de una base de la agencia de espionaje del Mossad en su territorio (con lugar estratégico ante el mar Mediterráneo). A la vez que avanzaron en acuerdos entre Arabia Saudí e Israel, con intercambios de informaciones y hasta con ‘capacitación’ de agentes sauditas a manos de espías israelíes.

Y como para que no quedaran dudas que el imperio anglosajón e Israel saben “pagar” a sus amigos, allí estuvo en estos últimos tiempos la mismísima FIFA (ahora monitoreada desde Washington, tras la maniobra del montaje del FIFAgate...), aceptando a Marruecos y a Arabia como sedes mundialistas en 2020 y 2034. Todo tiene que ver con todo...

Desde Washington y Tel Aviv daban por cerrado el ‘triunfo’ de aislamiento definitivo de la lucha del pueblo palestino. Consideraban que aprovechando los errores y la debilidad de la Autoridad Nacional Palestina, y la indiferencia de importantes dirigentes de países árabes, se sepultaba definitivamente “ese problema”.

Pero volvieron a equivocarse. Como históricamente lo ha hecho el imperio anglosajón desde hace décadas, al igual que Israel desde su existencia, y la propia y dócil Europa. Se ubican siempre del lado erróneo. O lo que es lo mismo: marchan –a fuerza de poder y sangre- a contrapelo de la historia.

Realizando una simple y rápida revisión de las últimas décadas, acaso EEUU-Gran Bretaña, Europa e Israel no respaldaron a las peores dictaduras latinoamericanas, asiáticas y africanas...?

No es una simple coincidencia o circunstancial error. Es una constante histórica.

Respecto al tema ucraniano, digamos que es una causa militar perdida por EEUU y la banda criminal y de delincuentes que lidera el presidente Volodimir Zelenski. Habrá que ver cómo EEUU busca ‘zafar’... Siendo dable recordar que Israel se encolumnó activamente dentro de este sector.

En cuanto a la situación en Palestina, ya nada volverá a ser como hasta antes del inicio de este nuevo enfrentamiento de los primeros días de octubre de 2023.

De allí las reiteradas manifestaciones occidentales de “sorpresa” por lo sucedido. Porque la acción de Hamas jamás había entrado en consideración occidental, pese a que dicha organización tiene importantísimo reconocimiento en millones de palestinos.

De esta forma, y más allá de lo que pueda realizar Israel en la Franja de Gaza con su segura criminalidad, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina le dice al mundo que ellos no pueden ser dejados de lado, por más poder que tenga la sociedad Israel-EEUU con el acompañamiento vergonzante de los europeos y algunos otros aliados fielísimos a Washington.

De seguro la superiodidad militar israelí dejará un manto de sangre en Gaza y una parte de Palestina arrasada. Pero ello no impedirá que Hamas sea un actor de principalísima importancia y de imposible ignoracia a futuro (más allá de las mentiras que continuarán instalando los medios de comunicación occidentales).

Que tras más de seis décadas de expulsión y persecución del pueblo palestino, aparezca el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmando que debe eliminarse a Hamas en el futuro de la Franja de Gaza, constituye una expresión no solo equivocada, sino de gravísima ineptutud analística de la historia de los pueblos, y de un aliento a la criminalidad internacional.

Demos a las cosas su verdadera denominación. Israel y quienes los apoyan constituyen una fuerza de ocupación, colonialista, usurpadora; que no contenta con dicho accionar no duda en perpetuarse a través de la criminalidad.

Cómo pueden ocultar al mundo que han convertido a la Franja de Gaza en el mayor campo de concentración a cielo abierto de la historia mundial, con 2,7 millones se seres humanos rehenes...?

Acaso no se dan cuenta o se anoticias de cómo se han generado en las últimas semanas numerosas expresiones de repudio contra Israel...?

Hasta el momento Israel afirma sumar “triunfos” militares en Gaza. El tema es que a quienes tienen enfrente son... civiles (¡). Ejecutando una matanza de inefensos, particularmente de niños, adolescentes y mujeres. Para lo cual no han dudado –inclusive- en planificar y ejecutar ataques sobre hospitales, escuelas, mezquitas, ambulancias, centros internacionales de solidaridad e instalaciones civiles.

Lo que en cualquier situación sería considerado crímenes de lesa humanidad y genocidio, en este caso es ‘destacado’ y exaltado como un “triunfo” militar.

Qué pasará luego que Israel finalice sus operativos criminales en Gaza...? Quién se hará cargo de estar allí...? Quien defenderá los intereses de un pueblo expulsado de sus tierras desde hace más de seis décadas...?

O es que Israel programa implantar 2,7 millones de soldados para mantener controlada, vigilada y sometidos a 2,7 millones de palestinos...?

Poco y nada hace Israel (le interesa?) por generar una paz duradera en la región. Más bien está total y absolutamente de acuerdo con los planes de Washington para dar lugar a una “reconfiguración” geopolítica en la misma.

Porque en los últimos años EEUU invadió Irak (y allí estuvo Israel); atacó a Irán (y allí estuvo Israel); atacó e invadió Siria (y allí está Israel); atacó y anarquizó Libia (y allí está Israel); respalda la criminalidad de Arabia Saudí en Yemen (y allí está Israel); apoya la exclusión del pueblo saharaui en el Sahara Occidental a manos de Marruecos (y allí está Israel)...

De la misma forma que Washington lanzó con la OTAN un rodeamiento de Rusia que terminó en la actual situación conflictiva, Blinken hablando en Tokio en la cumbre de cancilleres del Grupo de Siete (G7) ‘sentenció’ que Hamas no puede dirigir Gaza.

Ello lo dijo al día siguiente que el corrupto primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ‘sentenciara’ que Tel Aviv se encargaría de la responsabilidad general de la seguridad de Gaza.

Simple coincidencia...? No; en absoluto. Total coincidencia.

Para completar semejantes ‘sentencias’, y para demostrar que estamos ante un plan mucho más profundo que una “defensa” de parte de Israel, unos días después de las citadas y coincidentes dos expresiones, apareció públicamente el Ministro de Asuntos Militares israelí, Yoav Galant.

Sin ningún tipo de vergüenza ni de pudor afirmó que los tres objetivos principales de su país –ahora- son:

• Eliminar a Hamas como una organización militar y gubernamental en Gaza
• Impedir todo tipo de amenaza de seguridad desde Gaza contra ciudadanos israelíes, y
• Disponer de total y plena libertad de acción al Ejército israelí para el uso de fuerza en Gaza.

Nuevamente la sociedad entre Israel y Estados Unidos (y aliados) se equivoca. Si los israelíes tienen derecho a su patria, los palestinos también. Si nadie está de acuerdo con el terrorismo, tampoco se lo debe estar defendiendo el terrorismo de un estado sobre un pueblo rehén. Ello va contra todo sentido común y normas internacionales.