CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  En la campaña que llevó a Mauricio Macri a la presidencia en 2015, las grandes empresas y grupos económicos locales dieron su incondicional apoyo al mismo.

Tras 4 años de su gestión, varios de los mismos están tambaleando. Porque al haber atacado y destruido el mercado interno y el poder de consumo popular, dejaron de vender. Además, la economía fue dolarizada y los bancos llevlos préstamos a valores siderales.

Ese fue el combo macrista para destruir el país. Y le fue muy bien; tanto que en el 2019 cuando Macri quiso ser reelecto, se transformó en el primer presidente argentino que perdió en esa instancia.

Una de esas firmas ha sido Garbarino. Afronta una situación crítica, con importantes deudas y en medio de un contexto donde todavía no se nota (ni se notará por varios meses) la reactivación (y compras de electrodomésticos).

Garbarino es la cadena de electrodomésticos más grande del país, y todo indica que marcha hacia la convocatoria de acreedores. Una instancia judicial a la que –al parecer- nopuede eludir. Para peor, sus directivos han tratado de venderla, pero no existen interesados serios.

Es así que, sin interesados en puerta, con una sensacional deuda y sin stock de productos, el panorama es negro. Actualmente la firma es propiedad de los bancos acreedores, estando a la cabeza el Galicia y el Santander. Porque la firma adeuda a ellos $ 4.000 millones; suma que debe agragarse a los otros $ 7.000 millones a proveedores.

La cadena Garbarino posee 200 locales y más de 5.000 empleados. El único interesado ha sido el fondo Inverlat. Tanto que avanzó negociando con los dos bancos y logró una (futura) quita del 75%, y tras ello ofertaron pagar los $ 1.000 millones restantes.

Hasta allí una negociación. La otra –paralela- fue para que Garbarino acordara con los proveedores (fabricantes) y les entregara una empresa “limpia”.

Pero inesperadamente, Inverlat… despareció. Si. Se retiraron sin decir absolutamente nada. Para algunos se trata de una maniobra de apriete para que Garbarino avance rápidamente en un acuerdo con sus proveedores.

Mientras tanto…: trascendió que apareció un inesperado nuevo interesado. Se trata de Covelia, una empresa especializada en recolección de residuos. A todo ello, desde Garbarino dejaron escapar o filtrar la noticia que ya habían acordado con el 70% de los proveedores (entre ellos Carrier, Newsan, BGH, Mirgor, LG, y Samsung) de realizar una quita del 50 por ciento de la deuda. Asegurándose que algunas de ellas ya firmaron el acuerdo…

El tema que pocos…: saben es que a ese nivel de transacciones, las ventas están aseguradas... Lo que significa que a los proveedores más grandes tienen sus deudas garantizadas. Lo que significa que les conviene cobrar los seguros antes de negociar quitas con Garbarino. Por lo cual, lo afirmado desde esta empresa a la deriva –para algunos- es poco creible en cuanto a que ha arribado a acuerdos de quitas.

A todo ello…: los proveedores más pequeños ponen sus lógicas trabas porque se verían muy perjudicadas (por ello no acuerdan). A la para de ello, las marcas internacionales desde sus casas matrices rechazan que les ofrezcan pagarle el 50%.

Es así que si en verdad Garbarino ya ha acordado con algunos, ello significaría que de los $ 7000 millones de deudas, solo se habría acordado por $ 1.500 millones

Ante este panorama…: el futuro de la empresa es negrísimo. Necesita un comprador, si o si. Sin ello no tiene salida; porque no puede negociar absolutamente nada más con sus bancos acreedores y con muchos de sus proveedores. Los analistas de la capital argentina consideran que Garbarino agoniza: no tiene dineros frescos ni mercaderías.

Sin consumo y con sobreoferta, su desaparición es una cada vez más certera posibilidad. Si bien sigue siendo el n° 1 en el rubro nacional, su lugar sería ocupado (con ventas) por la competencia. Porque diversas cadenas nacionales, como regionales, locales y negocios únicos cubren sobremanera el territorio nacional.

Desde Inverlat…: (posible comprador), no existe apuro alguno. Saben que el tiempo apura a Garbarino, no a ellos. Se trata de un fondo que controla a Reef, Havanna, ICSA y Aspro (entre otros); y que hasta el 2019 fueron licenciatarios de KFC, Wendy’s y China Wok (en Argentina y Chile).

Los dueños y controlantes del grupo son Carlos Giovanelli, Guillermo Stanley y Damián Pozzoli. Todos ellos de gran experiencia financiera y bancaria. Ellos lograron que Garbarino les firmara una exclusividad en la negociación hasta el 27 de marzo.

Los datos obtenidos…: por Inverlat les indican que a marzo 2020, Garbarino pierde unos… $ 500 millones por mes. Lo cual ahora –sostienen- los ha llevado a retirarse de la negociación. Inclusive habiendo conocido más datos entienden que Garbarino termina en convocatoria; pero no habiendo nada para cuidar (sin mercaderías, sin dinero, y sin activos), se desmbocará en la quiebra.