CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Semanas atrás se produjo un golpe de Estado en Birmania, y a partir de allí la instauración de una cruenta dictadura.

Desde la ONU, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, manifestó su preocupación sobre lo que ocurre en dicho país asiático, afirmando que existe el riesgo que se hunda en un conflicto generalizado como en Siria.

Textualmente la chilena expresó: "Temo que la situación en Birmania se dirija hacia un conflicto generalizado. Los Estados no deben permitir que se repitan los errores fatales que se cometieron en Siria y otras partes", en un comunicado.

Ella habló de la falta a los derechos humanos que está cometiendo la junta militar como ocurrió recientemente con las condenas a muertes a civiles por haber participado en manifestaciones. Advirtió que la situación ha llegado a tal extremo de violencia que se teme el estallido de una guerra civil.

La gravísima situación de los golpistas ya les ha hecho cometer más de 550 crimenes, aunque se desconocen datos certeros al respecto. También se suceden las detenciones arbitarrias y las torturas. Se habla de la existencia de más de 5.000 presos.

Las expresiones de Bachelet no dejan de asombrar, pues pretende igualar la situación de Siria con la de Birmania. La primera ha sido una planificada acción de las potencias occidentales lideradas por EEUU y Europa, imponiéndole una guerra de agresión y un intento de guerra civil a dicho país. Lo ocurrido en Birmania es la instauración de una dictadura.

Puede una funcionaria burocrática internacional cometer semejante error de análisis, y a la vez, mantener silencios en cuanto a los responsables directos de tales sucesos…?

Si. Bachelet lo ha hecho.