Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

CIUDAD DE BUENOS AIRES: LO QUE NO SE DIJO DE LA ELECCIÓN

CIUDAD DE BUENOS AIRES: LO QUE NO SE DIJO DE LA ELECCIÓN

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (Especial para PrensaMare)  Terminadas las elecciones PASO en esta capital argentina, los medios y el oficialismo (en todas sus expresiones) dieron por sentado que habían triunfado, y dieron vuelta la página.

Pero en vedad con esa actitud solo pretendieron silenciar un análisis más profundo y detallado, que fuera más allá del simplismo tan clásico de la derecha cuando un resultado no los satisface.

De allía que resulta conveniente y necesario profundizar para comprender la realidad. De lo contrario se cae en el juego de ellos.

El resultado electoral dejó al descubierto el rotundo fracaso del proyecto político de Horacio Rodríguez Larreta (PRO. Este macrista renegado se lanzó a realizar una aliza-acuerdo con parte del radicalismo (UCR). Este fracaso le permitirá a Jorge Macri quedarse con la candidatura del macrismo puro (alineado incondicionalmente con Mauricio Macri) y con ello la posibilidad de mantener al PRO reelegir y seguir con la administración de la ciudad.

El proyecto de Larreta...

Se cayó estrepitosamente y con ello el acuerdo de otorgarle el liderazgo del sector al radical Martín Lousteau. El proyecto de los radicales era el de lanzar y promover la candidatura de Lousteau como Jefe de Gobierno, para luego reforzarlo a que fuera por la Nación (años más adelante).

Un acuerdo bendecido no solo por radicales y Larreta, sino también por la embajada de EEUU, que pretendía ir “preparando” otro de sus candidatos nacionales a futuro...

Se trata de un proyecto que ya tenía unos años de construcción, que en el 2015 ‘casi’ se queda con la ciudad.

Es bueno comprender que Larreta –siendo el actual Jefe de Gobierno- peridó... en las 15 comunas de la ciudad.

El objetivo de Larreta era el de terminar de “chupar” lo que queda del radicalismo, construyendo una nueva derecha maquillada de dialoguista, abierta, componedora, amigable, pero que en el fondo es lo mismo que el macrismo puro. No debiendo olvidarse que su compañero de fórmula a nivel nacional (como precandidato a vicepresidente) eligió al fascista radical Gerardo Morales.

Este resultado electoral constituyó elfracaso de ese proyecto. Habrá que ver qué sucede ahora, en que Larreta se queda sin poder económico-financiero y de gestión, y que Lousteau se quedó sin padrino.

Hacia adonde irán...? Cómo se reconvertirán...? Hacia adonde se reclinarán...?

Volveran cada uno a sus fuentes: Larreta al PRO y teniendo que aceptar el arrodillarse ante Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Y Lousteau buscando qué dirigente radical le otorga una mejor sombra en el partido.

El interrogante de porqué...

Perdió Larreta debe buscarse en forma global. No solo analizar lo que ocurrió en la ciudad, sino los resultados en todo el país.

En las PASO, Larreta perdió en forma clara ante la ultraderechista Patricia Bullrich. Ello significa que los votantes de Cambiemos no fueron tentados por el supuesto dialoguismo y supuesta blandura de Larreta. Ellos quería un candidato (o candidata) con dureza, confrontativo, rupturista, anti, lo más gorila y reaccionario posible. Y en ese sentido, entendieron que Larreta era “blando” (¡).

Por ello muchos de esos votantes directamente dieron el salto y apostaron directamente por Javier Milei.

La idea de Larreta...

De presentarse como un anti-“grieta” lo ‘abuenó’ cuando el macrismo y sus aliados en las urnas no querían ello, sino que fuera cada vez más duro. La victoria de Patricia Bullrich es la mejor ratificación de ello.

Está visto que existen amplios sectores de la sociedad que no quieren saber absolutamente nada de “diálogo” ni de construcción institucional.

Que Javier Milei haya triunfado en 16 provincias constituye –también- una ratificación de esta enfermedad de derechización y violentización por la que apuestan millones de ciudadanos.

Tal como anticipara...

Cristina Fernández, se asistiría a una “elección de tercios”. Y muchos (o todos?) no la tomaron en serio ni mucho menos la entendieron.

Los votos logrados por Milei demostraraon otra vez (y cuantas van...?) que el sistema electoral argentino es totalmente confiable, y donde es imposible practicar fraude.

Porque Milei se impuso en las PASO, ganando en 16 distritos, aún sin contar con candidatos propios y sin fiscales (que le garantizaran “defender” sus votos).

Sin ninguna estructura ni ‘aparato’ partidario, cosechó la mayor cantidad de votos a nivel nacional. Más transparencia imposible Y en ese sentido hubiera sido bueno que los eternos denunciadors de fraudes (nunca comprobados), salieran a reconocer los méritos de este sistema electoral. También hubiera sido bueno que quienes impulsan el sistema electrónico reconocerán el fracaso del mismo.

Respecto a la victoria de Milei...

Debe decirse que no existe un solo motivo para que fuera votado masivamente. Tampoco en este sentido debe caerse en el simplismo analítico. Su voto fue la convergencia de diferentes hechos, pensmientos, acciones yreacciones.

No existió un “masivo espontaneismo”, como tampoco un “masivo repudio” a ‘lo político’. Influyeron la ‘preparación’ que durante años hicieron periodistas, medios ‘analistas y formadores de opinión “construyendo” la necesidad de un violento y fascista. Influyeron las redes sociales. Influyeron la des-información alimentando una supuesta solución con la dolarización. Influyeron el pésimo clima anti-político alimentado por cualquiera que tiene acceso a un micrófono, a una cámara o a escribir en un medio. Influyeron los diferentes niveles de descontentos sociales. Influyeron las pésimas decisiones políticas de la gestión de Alberto Fernández. Influyeron el ‘regalo’ del espacio de discusión política que ha hecho el peronismo. Influyeron la confusión generalizada, donde muchos de los que le dieron el voto a Milei mantienen sustanciales diferencias con él. Influyeron la derechización extrema que el neoliberalismo político ha alimentado en los últimos años.

Milei logró sus votos no solo de sectores ultas, sino que también se los ‘sustrajo’ a Juntos por el Cambio y a Unión por la Patria.

Existió una importante cantidad de ciudadanos que no fueron a votar porque no era obligación (para ellos) como por desencanto. Mientras que otros fueron y pusieron el llamado “voto bronca”. Y en ese sentido en mayor o en menor medida ese tipo de voto fue hacia más del 60% de los votantes: a Bullrich y a Milei. Quedando el llamado “voto positivo” solo para Sergio Massa (con el 30%).

Lo que si está claro es que la izquierda en general ha sufrido otro contundente revés.

Lo que si debe tenerse presente es que este presente de la realidad Milei es solamente una réplica, una copia, una consecuencia de lo que hace la derecha en todo el mundo. Extremarse lo más que puede. Allí está lo que sucede en Hungría, España, Italia, EEUU, Gran Bretaña, Alemania...

O acaso podemos olvidanos de Donald Trump, de los españoles del Partido Popular y Vox, del vecino Jair Bolsonaro, de los golpistas de Bolivia y de Perú.

Lo que si no puede dejar de merituarse es que en las elecciones provinciales realizadas hasta ahora, el fracaso de Milei fue rotundo en todos los territorios. Lo que evidencia que los votantes no fueron a “votar a ciegas”; cuando debieron elegir sus autoridades locales, le dieron la espalda a Milei. De allí que lo ocurrido en las PASO nacionales deben ser analizadas con un poco más de detenimiento, para no terminar aceptando y repitiendo lo que dice la derecha con su (malintencionado) simplismo analítico.

Está claro que los espacios ocupados por el “voto espontaneista” a favor de Milei, se produjo porque el peronismo se encargo de ‘regalar’ esos espacios. De desaparecer, de no dar pelea y de caer en el simple juego electoral delineado por la partidocracia y los paratos publicitarios.

Lo que si se puede decir es que Mauricio Macri ha salido mejor parado de lo que muchos esperaban (y deseaban). Porque fue el gran ganador de Juntos por el Cambio. Superó a (su ‘traidor’) Larreta con dos candidatos. Porque éste perdió en su territorio que administra (al ganar Jorge Macri a Lousteau), y perdió a nivel nacional (ante Patricia Bullrich).

Macri no es un dirigente en el cabal sentido de la palabra, sino “el primo” de Mauricio (Macri). En cuanto a Bullrich, cuando dio pelea en soledad, perdió estrepitosamente. Luego tuvo aliados (Gustavo Béliz, Fernando De La Rúa, Ricardo López Murphy, Elisa Carrió y Mauricio Macri), pero nadie podía imaginar que pudieran llegar (por sus propias limitaciones y alineamiento extremo con EEUU e Israel), que podía llegar a ser presidenciable.

Esta victoria suya –en cierta forma- se debió a la ayuda que el propio Mauricio Macri le dio a ella; lo cual, hasta Larreta debería llegar dolorosamente) a reconocerlo.