Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
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VISITAS O MANIOBRA DE PINZAS…?

VISITAS O MANIOBRA DE PINZAS…?

SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret, PrensaMare)  Argentina recibió en abril dos visitas estadounidenses, que no son casuales en cuanto a su ‘coincidencia’.

Visita 1: Tras la llegada del Jefe del Comando Sur, Craig Faller (foto), a la Argentina, la Embajada de EEUU concentró su información en su tarea “filantrópica”: “EEUU dona a la Argentina tres hospitales móviles para fortalecer el sistema de salud local. El Almirante Faller hizo entrega del equipamiento, que tiene un valor de 3,5 millones de dólares”.

Una verdadera pantalla mediática para tratar de ocultar el tema principal de la visita: reiterar el pedido de Washington para instalar una base militar de la Armada Argentina en Ushuaia (para establecer el control del estratégico Paso de Drake, y estar a ‘un paso’ del acceso a la Antártida).

También se conoció que el SouthCom, informó que “El comandante almirante Craig Faller se reunió con Agustín Rossi, ministro de Defensa, el general Juan Martín Paleo y otros líderes de defensa de alto nivel en Argentina hoy para discutir la cooperación en materia de seguridad”.

Craig Faller también estuvo en Tierra del Fuego…

Lo que más preocupa a EEUU es la posibilidad que China cierre un acuerdo con Argentina y brinde asistencia y financiación para la construcción de una nueva base militar. De allí que el 2 de abril (justo el día en que los argentinos conmemoran la recuperación de las Islas Malvinas), el canciller Felipe Solá recibió el llamado telefónico del secretario de Estado USA, Antony Blinken. Oficialmente se dijo que hablaron del “cambio climático” (¿?). Lo que nadie creyó…

Pero además, la gobernación de Tierra del Fuego trabaja en la construcción del Polo Logístico Antrártico (en Ushuaia). Para lo cual ha mantenido contacto (en la visita que hizo) con el ministro de Defensa chino, el general Wei Fenghe. Inclusive dicho proyecto fue presentado ante la embajada china. Dicho polo logístico tendría el objetivo de abastecer en servicios, alimentos, traslado de personal científico y otros rubros a todas las bases antárticas.

Si China logra que se acepte su financiamiento, evidentemente ello le permitirá obtener un posicionamiento geopolítico, que para EEUU es ‘inaceptable’.

Respecto a una base militar, ella permitiría (además del teme eminentemente defensivo), disponer de una presencia como la más austral del mundo, para ejercer control de lo que sucede en el Atlántico Sur y el suelo antártico.

Frente a esta posibilidad, el Comando Sur (con sede en Miami), que controla todas las bases de Estados Unidos en América Latina, “trabaja” para impedir cualquier presencia ‘indeseble’ y a la vez, avanzar con inteligencia y presencia militar en esta zona hemisférica.

EEUU tiene estrechísimas alianzas con Colombia y Brasil, y pretende sumar ahora, a Argentina. Busca así, tratar de frenar a los chinos y mucho más la posibilidad que Rusia intente algún proyecto futuro en dicha área sureña. Esto no es un secreto, sino que es lo que el propio titular del Comando Sur ha reconocido ante la prensa.

También dejó en claro Faller que dentro de esta América a la que considera “nuestro vecindario” (¿?), se encuentran “algunos ejemplos evidentes de países que no son democracias. Cuba, Venezuela, Nicaragua para nombrar los tres ejemplos más evidentes, y lo que hay en común en estos casos es la influencia de Rusia, Cuba y, en cierta medida, China”.

Dentro de esta estrategia de EEUU, debe citarse que en 2019 Faller manifestó: “Hay una conexión de recaudación de fondos con el Hezbolá libanés que se utiliza en algunas de las regiones de Sudamérica, la región de la triple frontera, como se llama en Brasil y Paraguay, y lo hemos observado muy de cerca”.

En otras palabras: busca militarizar esa zona aún más, tratando de crear un conflicto inexistente. Y dentro de este esquema de defender “su vecindario”, EEUU considera una verdadera agresión (de China) y una traición (de Cristina Fernández) que se haya permitido instalar una estación espaciale estratégica en el sur argentino.

Visita 2: La de la asistente especial del presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, y del director senior para el Hemisferio Occidental, Juan González, y la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung. Un viaje (11 al 15 de abril) que se inició con la primera escala en Colombia, y luego en Argentina y Uruguay.

Oficialmente los estadounidenses informaron que se tratan de encuentros para analizar la crisis climática y la pandemia de Covid-19; también “las amenazas” a la democracia, los derechos humanos y la “seguridad del hemisferio”.

Lo cierto fue que en Colombia el principal tema analizado con el presidente colombiano y su gabinete fue el de los “riesgos” venideros. Lo que en verdad fue un claro anticipo de las protestas populares que comenzaron a producirse a fin de abril y primeros días de mayo.

El reclamo de los visitantes fue el de “asegurar la democracia” y estar preparados para “responder” a las agresiones externas provenientes desde otros países. Un mensaje clarísimo de estar atentos para reprimir y responsabilizando de lo que pudiera pasar (con sospechosa antelación) a Venezuela…

Luego volvieron a repetir casi el mismo pedido en Argentina y Uruguay. Teniendo en cuenta que Colombia se encuentra totalmente entregada a la estrategia regional y mundial estadounidense, y a que el gobierno uruguayo está totalmente alineado con Washington, la única que queda ‘sospechada’ es Argentina.

Es por ello que estas visitas deben entenderse como una maniobra de pinzas, buscando condicionar y ‘apretar’ a la administración de Alberto Fernández, para que se sume de una u otra forma a la geopolítica washingtoniana.