CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (Especial para PrensaMare)  Nada puede sorprender de un personaje descontrolado como Javier Milei, al que los medios hegemónicos y el poder real internacional y local, alientan para concretar sus fines esclavistas y entregadores de la soberanía.

A sus eslabones de agresiones, ataques y mentiras –tanto en campaña como desde que es mandatario-, se le agregan algunas que constituyen una demostración de gravedad máxima.

Al asumir le dio la espalda a los legisladores, en una muestra de destrato y desprecio.

Al dar a conocer su DNU, demostró sus ambiciones dictatoriales, autoritarias, de atropellador de la Constitución Nacional.

A la hora de abrir las sesiones ordinarias del Congreso, no dudó en copiar a los estadounidenses, cambiando el horario: de las 12 del mediodía a las 21. No fue un simple capricho, sino su ‘orgullosa’ muestra de colonización y servilismo cultural y político. Porque –sin ninguna imaginación- solo copió al presidente estadounidense de turno, que en enero es en horas de la noche habla desde un atril en el Capitolio washingtoniano...

Pero hubo más y de mayor importancia y profundidad. Porque tras el fracaso de la llamada ‘ley ómnibus’ y su DNU en Diputados, apeló a una maquillada maniobra proponiendo un “diálogo” con los gobernadores. Inventó (o se lo acercaron desde una embajada...?) el denominado “Pacto de Mayo”, pretendiendo copiar el lamentable Pacto de la Moncloa que EEUU le impuso a los españoles.

Fue así que Milei se dedicó a leer los diez puntos del ‘documento’ (¿?) ante la Asamblea Legislativa. Tras ello, la Oficina del Presidente (copiado de EEUU, como la Office of the President of the United States) difundió el texto.

Lo hizo como si fuera el facsímil de una declaración de independencia del siglo XIX (¿?). Tan poco imaginativo y a la vez tan colonizado que para el mismo se apeló a copiar la tipografía del... Acta de Declaración de Independencia de las 13 colonias (firmada el 4 de julio de 1776, dando surgimiento a EEUU).

Algunos de los datos tragicómicos de este ‘documento’ (¿?), pueden citarse:

• Pretende presentarse ante el país como un ‘acta re-fundacional’
• Hace referencia religiosa al Calendario Gregoriano que niega la separación entre Iglesia y Estado (copiando a los textos coloniales hispano e inglés)
• En una suerte de autoconsideración de ‘elegido’, Mile expresa: “declaramos la necesidad de un nuevo pacto fundacional para la República Argentina". De dónde sacó semejante propuesta y/o quién lo delegó para ello...?
• Cierra el mismo con un pedido a Dios para “construir un futuro próspero para nuestra Nación”, lo cual resulta inentendible si se tiene en cuenta que en menos de 90 días en el ejercicio de la presidencia ha provocado un daño jamás observado en la historia argentina en tan poco tiempo
• Pidiendo además, “Que las Fuerzas del Cielo nos acompañen", autoconsiderándose el encargado de liderar en la Tierra argentina a las fuerzas del más Allá.

El pomposo “Pacto de Mayo” –a no dudarlo- constituye por cierto la extorsión de Milei para con los gobernadores a los que desfinancia, ataca, destrata, insulta y amenaza, pero que ahora los necesita ‘dialogando’, donde él y solo ‘el establece las condiciones y las pautas de dicho ‘diálogo’.

Todo ello sucede en medio del silencio de los medios hegemónicos, de las clases dirigenciales y de las embajadas de las principales potencias (EEUU, Gran Bretaña, Italia, Francia, Alemania, Japón, Australia, Canadá, Israel...) que lo apoyan a rajatablas. Son las mismas que gustan ser injerencistas, intervencionistas, desestabilizadoras y alentadoras de acciones violentas cuando consideran que sus intereses pueden ser puestos en riesgo.

Como nada de ello ocurre con Milei, lo respaldan y refuerzan como un verdadero régimen.

Nota:

Entiéndese por régimen al gobierno antidemocrático (aunque haya surgido por el voto popular) que toma decisiones en contra de la convivencia social y los intereses de las mayorías como de la propia soberanía. Para ello sus autoridades apelan a utilizar las fuerzas de seguridad y la propaganda como instrumentos de «presión» y «sometimiento» al pueblo. No se respeta ni la separación de poderes ni la soberanía; el poder lo tiene únicamente el Estado que viola los derechos y normas básicas que se establecen en la sociedad (expresiones de varios diccionarios).