ROMA-ITALIA (Speciale per PrensaMare)  Mientras en Venezuela se conmemora el 25° aniversario de la Revolución Bolivariana, la Comisión de Asuntos Exteriores y de Defensa italianas invitaron a hablar a la ex diputada de extrema derecha María Corina Machado.

Se trata de una política que se encuentra –por las leyes venezolanas-, inhabilitada para ejercer cargos públicos por diversos delitos. Pese a lo cual ella se presenta como (supuesta) “candidata”, y ha sido bendecida por Washington como la heredera política antivenezolana del corrupto Juan Guaidó.

La invitación italiana constituye una verdadera vergüenza e injerencia en asuntos internos venezolanos –país soberano-, al darle estratdo, publicidad y cobertura mediática a una política impedida de ser candidata por el Tribunal Supremo de Justicia.

La maniobra de Italia no ha sido casual, sino que ha sido un complemento, en una acción de pinzas que inició Washington al disponer nuevas sanciones contra Venezuela, porque “exige” (¿?) que la señora Machado sea candidata (la suya).

En concordancia con esa “exigencia”, apareció la maniobra italiana. Lo que demuestra el profundo poder de la embajada de EEUU en Roma... para que los diputados se hayan sumado inmediatamente a la maniobra de ‘presión’ internacional (orquestada desde Washington).

Está claro que EEUU no acepta que Venezuela resuelva sus problemas políticos a su manera y a sus tiempos. Habiendo quedado afuera del acercamiento y diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, EEUU lanzó nuevas medidas coercitivas –extorsionadoras- unilaterales contra Venezuela.

Busca ‘torpedear’ el diálogo entre las partes; demuestra que tiene su propia candidata; y pretende posicionarse como una fuerza política que lleve adelante el “diálogo” (entre gobierno y oposición).

Para ello, el gobierno de Joseph Biden no duda en apelar a acciones propias de la extrema derecha estadounidense. Donde –debe recordarse- el Reino Unido toma partido defendiendo a sus multinacionales explotando petróleo en el Esequibo venezolano (e inclusive movilizando militares hacia la región sudamericana).

Nuevamente EEUU pretende desconocer a las autoridades venezolanas; aspira a intervenir y condicionar las elecciones y la participación de candidatos desconociendo que Venezuela es un país soberano.

Por ello aparece Italia; como años antes también lo hieron otros países de la Unión Europea, cuampliendo su papel de acompañantes el imperio anglosajón.

Se espera que ahora, a través de Italia, sea el Parlamento Europeo el que se sume a la maniobra. Se trata de acciones archiconocidas, ya gastadas...

Lo increíble es que en Italia, la señora Machado –de pensamiento derechista-, fue presentada como una “activista de derechos humanos” (¿?).

Al parecer, en Italia sus diputados no se han enterado que en 2017, la señora Machado impulsó y respaldó las acciones violentas callejeras que se cobraron las vidas de varios venezolanos.

EEUU, Italia y la Unión Europea aspiran a volver a ver una Venezuela colonizada y saqueada. Por ello califican a Nicolás Maduro como “dictador” y a su gobierno (democráticamente electo) de “régimen”. Tanto es así que la señora Machado ha expresado: “Junto con Cuba y Nicaragua, esta peligrosa regresión refleja una teoría del socialismo aplicado. Primero con Chávez y ahora con este régimen de Maduro”.

Todos ellos (y ella) unidos por el pensamiento de extrema derecha y de entrega de la soberanía. Tanto es así que la señora Machado pidió a los diputados intalianos que lo vivido en dicho cuerpo legislativo se repita en otros parlamentos europeos y que los gobiernos se pronuncien a su favor.