Mar. 16. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

MARC STANLEY: CHÉ PAPUSA OÍ...

MARC STANLEY: CHÉ PAPUSA OÍ...

SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Recientemente nos enteramos de las declaraciones de Marc Stanley (en la foto, junto a Joseph Biden) ante el Comité del Senado estadounidense.

Dijo textualmente: «Lamentablemente Argentina está experimentando importantes desafíos económicos, incluida una enorme deuda con el FMI y una prolongada recesión... La Argentina es un hermoso autobús turístico al que las ruedas no le están funcionando correctamente... Si se confirma mi nominación, trabajaré para apoyar los esfuerzos de Argentina para abordar esos desafíos».

Por supuesto que hubo más palabrerío, pero lo anterior, alcanza y sobra. Se trata del designado nuevo embajador de ese país ante Argentina.

Buscar antecedentes de esta tal Stanley, no es necesario; por lo menos hoy no vamos a perder el tiempo en ello. Y así como él muestra su arrogancia y desprecio de enviado del gran imperio en decadencia, me voy a tomar un momento para responderle desde mi argentinidad musical.

Con todo respeto a Enrique Cadícamo, que fue el autor de la letra, y a Gerardo Matos Rodríguez –de la música-, voy a tratar de brindarle alguna respuesta a este matoncito de ese país escapante de Vietnam y Afganistán, que se llama Estados Unidos.

Si. Me voy a tomar un breve tiempo como para utilizar ese genial tango que es ‘Che papusa oí’, como para brindarle -a la vez-, mi anticipado recibimiento, aunque no sea tan diplomático.

Comencemos por decir que el término papusa es utilizado en el lunfardo y en el decir popular argentino, para referirse a una mujer (aunque también ha solido utilizarse para otras alusiones o referencias); a una mujer linda.

Es así que pedimos al lector que tenga la bondad de ‘transformar’ el papusa femenino, en un destinatario (papuso?), masculino. Luego, que haga volar la imaginación mientras va leyendo la genial letra de Cadícamo, ‘adaptándola’ a este tal Stanley.

Se trata de un juego? Si; es una suerte de juego cómplice, pero que frente a un personaje lleno de ínfulas, agresivo, con aires de gracioso, pero irrespetuoso –creo-, que esa letra le cae de perillas:

 

Muñeca, muñequita que hablas con zeta

Y que con gracia posta batís mishé;

Que con tus aspavientos de pandereta

Sos la milonguerita de más chiqué;

Trajeada de bacana, bailás con corte

Y por raro snobismo Tomás Prissé,

Y que en auto camba, de sur a norte,

Paseas como una dama de gran cachet.

 

Che papusa, oí

Los acordes melodiosos que modula el bandoneón;

Che papusa, oí

Los latidos angustiosos de tu pobre corazón;

Che papusa, oí

Cómo surgen de este tango los pasajes de tu ayer...

Si entre el lujo del ambiente

Hoy te arrastra la corriente,

Mañana te quiero ver...

 

Milonguerita linda, papusa y breva,

Con ojos picarescos de pippermint,

De parla afranchutada, pinta maleva

Y boca pecadora color carmín,

Engrupen tus alhajas en la milonga

Con regio faroleo brillanteril

Y al bailar esos tangos de meta y ponga

Volvés otario al vivo y al rana gil.

 

Para este tal Stanley:

·         El principal problema de Argentina es la deuda con el FMI;

·         Pero no contento con dicha afirmación, criticó la política argentina de derechos humanos;

·         Se arriesgó a hablar de los desafíos económicos de nuestro país;

·         Prometió que ayudará para lograr un acuerdo con el FMI;

·         Se quejó porque el gobierno de Alberto Fernández no presentó un plan macroeconómico;

·         Inclusive puesto en el papel de economista (¿?) afirmó: «la Argentina es la tercera economía más grande de América Latina, pero una larga historia de inestabilidad económica ha afectado su productividad y competitividad»;

·         Reclamó “sostenibilidad financiera”;

·         Anticipó que trabajará con el gobierno argentino para “buscar formas de lograr nuestro objetivo común de un hemisferio que honre nuestros más altos ideales”;

·         Planteó su exigencia de: “Argentina aún no se ha unido a Estados Unidos y otros países para presionar por reformas significativas en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua”;

·         Y mantuvo una clara advertencia dentro de la guerra que Washington lleva adelante contra China: «A medida que Estados Unidos ve una mayor competencia con la República Popular China en Argentina y en otros lugares, haré que sea una prioridad mantener los pies en el fuego especialmente cuando productos como la tecnología 5G por debajo del mercado están ingresando y permitiendo que China acceda todos los datos e información entre la gente de Argentina».

Este tal Stanley sabe –debemos reconocerlo- que la Argentina dejada por Mauricio Macri y sus amigos/aliados/socios, está de rodillas; casi sin poder de negociación. Por ello se anima a semejante palabrerío y exigencias, propias de un actualizado virrey colonialista.

Tanto él como en el gobierno argentino saben que deben mantener los modales y que deben tragarse ciertos sapos (como dijera un dirigente llamado Juan Domingo Perón, que posiblemente muchos del funcionariado argentino alguna vez deben haber sentido nombrar...).

Pero si bien las negociaciones y el FMI impiden a estos funcionarios -si alguno lo deseara-, contestarle como se merece, sí podrían hacerlo otros dirigentes, que no ocupan cargos en el gobierno.

De la dirigencia opositora, sea política, comercial, religiosa, o empresarial, no se puede esperar absolutamente nada. Quienes deberían responderle a este tal Stanley deberían surgir del peronismo, de sus aliados, de los dirigentes sindicales, de dirigentes sociales, religiosos, políticos, empresariales y comerciales.

Inclusive resultaría de muchísima importancia que se dispusiera un estado de movilización general. De cientos, miles, decenas de miles de pequeñas acciones actos, protestas, y declaraciones pacíficas, demostrando que existen millones de argentinos que se oponen a este tipo de personajes y a cualquier tipo de acuerdo con el FMI que signifique el más mínimo intento de ajuste.

Inclusive ello le serviría al presidente Fernández y a los negociadores ante el FMI y las potencias occidentales, para fortalecerlos en ese ‘tira y afloje’. Es cierto que a muchos (muchísimos) del funcionariado de este gobierno el solo pensar en que los sectores sociales se expresen, les causa escozor Pero bueno, cada uno atiende su juego...  

Para este tal Stanley sería bueno que alguien le saliera a explicar que el anterior gobierno peronista no le hizo deber absolutamente nada al país, ante el FMI. Que esta mostruosa deuda fue tomada por el irresponsable presidente Macri, amigo del presidente Donald Trump, y bufón de los dirigentes de las demás potencias occidentales.

Deberían ser ellos -ahora de la mano de Joseph Biden- los que ‘inventen’ una salida al negociado que ellos alentaron.

Mientras tanto, en medio de un lastimoso silencio dirigencial argentino, desde donde podemos, tratamos de responderle a este papuso del siglo 21...

Bonus track: escuchar ‘Che papusa oí’, en la voz de Julio Sosa (https://www.youtube.com/watch?v=fOXqxzVXjlQ ).