CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Días atrás sucedió en el ámbito de la justicia, lo que se esperaba: que Carlos Telleldín fuera absuelto en la denominada Causa AMIA.

Como era previsible, Carlos Telleldín fue absuelto en relación con el atentado contra la AMIA.

Fue de manera unánime por parte de los jueces Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero del Tribunal Oral Federal 3. Se sabe que ello obedeció a la falta de evidencias contundentes en su contra.

Telleldín era un armador de autos con partes robadas, al que no se pudo probar que supiera que la camioneta Trafic que vendió el 10 de julio de 1994 iba a ser utilizada 8 días después para el atentado.

Sin embargo, para quienes han trabajado (o colaborado) en la maniobra de distracción, engaño y ocultamiento de la verdad, su situación sirvió para alimentar toda la (poco creíble) historia de su participación.

Las últimas palabras antes del veredicto, de Telleldín, fueron: “Le vendí la camioneta a una persona normal, que vino por el aviso del diario y me pagó. Lo hice decenas de veces con otros vehículos y nunca una camioneta o coche que yo haya vendido se utilizó para ningún delito. Yo admito que equivoqué el camino al dedicarme a la actividad que me dediqué de vender vehículos con partes sustraídas, pero decir que yo debía representarme que la camioneta se iba a usar para un atentado es una locura”.

De esta forma, el Estado argentino fracasó en la investigación del atentado; pero no por ser ‘el estado’, sino porque así lo quisieron integrantes del mismo. Lo cierto es que no pudo determinar quién perpetró el ataque, de dónde salieron los explosivos, quien armó la bomba, dónde la cargaron en la Trafic, ni quién la condujo hasta la AMIA.

Hasta el momento nada se sabe del grupo terrorista. Pero lo cierto es que rápidamente los medios, Israel y la CIA responsabilizaron del criminal hecho a Irán. Y particularmente en la persona del Agregado Cultural de la embajada iraní en Argentina, Mohsen Rabbani. Todo ello… sin pruebas.

Se armaron infinidad de historias, como que el dedo mayor de un pie de quien manejaba la trafic había sido identificado; que el citado iraní había mantenido contactos telefínicos con personas de la Triple Frontera; que hizo uso de su celular cerca de la sede de la AMIA; que 8 meses antes del atentado (vestido con una túnica árabe…) pidió precio de una Trafic en una agencia de vehículos; que la SIDE (agencia de espionaje argentina) lo ‘controlaba’ por sospechas.

Pero si todo ello no resultara increíble, jamás se pudo probar la existencia de vínculo alguno entre Rabbani y Telleldín.

Este fallo deja en…

Claro que ni la SIDE, ni las demás agencias de espionajes de otras fuerzas de seguridad argentinas se extremaron por decubrir a los verdaderos responsables materiales, ni mucho menos los intelectuales del atentado.

Ocurrió durante el mandato del gobierno de Carlos Menen, como en los que le siguieron. Dentro de ese tenebroso entramado se sumaron el ex juez Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, responsables judiciales. No pudiendo excluirse de tal maniobra escandalosa los dirigentes de la comunidad judía que acompañaron al gobierno de Menem sin crítica.

Si no se pudo…

Descubrir nada del grupo terrorista, era lógico que tampoco se pudiera establecer ninguna relación entre Telleldín y los terroristas. Todo giró en torno a que Telleldín entregó una camioneta floja de papeles y que al comprador eso no le habría importado. De allí que la conclusión fue que era para usarla en un atentado (¿?).

Telleldin y su abogada (defensora oficial) argumentaron que no existe prueba de la existencia de la Trafic (¡). Pero los fiscales -en este juicio Roberto Salum y Santiago Eyerhabide- aportaron evidencia en el sentido que en el suceso tuvo participación una camioneta.

Analizando las piezas metálicas encontradas en los cuerpos de las víctimas, se concluyó en que eran restos de una Trafic.

Con este nuevo fallo…

Se ratifica que nada se avanza en la causa después de 26 años. Es así que los mentores intelectuales y los ejecutores siguen gozando de libertad y protección. Existen interesados en que esta falta de voluntad por no descubrir nada para que la responsabilidad recaiga en todos los argentinos y en el país en particular.

Pero está claro que se tratan de acciones grupales y/o individuales locales y lo mismo a nivel internacional.   

Rápidamente la sentencia del TOF 3 fue rechazada por las organizaciones de la comunidad judía y por las entidades que agrupan a familiares y amigos de las víctimas. Para la AMIA y la DAIA (participaron del juicio como querella unificada), la decisión de los jueces "consagra, de manera vergonzante, el camino de la impunidad". Indicando en un comunicado: "La absolución de quien participó en la entrega de la Trafic que hizo volar la sede de Pasteur 633 en lo que fue el peor atentado terrorista en la historia del país es un hecho hondamente lamentable, que añade más dolor y genera un desconcierto inexplicable ante los elementos probatorios presentados".

Para ambas entidades, Telleldín fue partícipe necesario de los delitos de estrago doloso seguido de muerte, lesiones gravísimas, graves y leves calificadas, y daños; y reclamaron una pena de 20 años de prisión. Por supuesto que anticiparon que apelarán el fallo.

Por su lado la…

Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA) repudió la sentencia: "Casi 27 años después del atentado, después de 3 juicios y 8 años de audiencias llegamos a este resultado porque no hubo ni hay una investigación para esclarecer el crimen y encontrar a todos los responsables. El fracaso de esta búsqueda es no sólo el fracaso del Poder Judicial sino también del Estado argentino todo, que pretendió y aún pretende resolver un verdadero crimen político por la vía judicial. Por eso no se esclarece: están involucrados todos los órganos del poder. Esta es la razón por la cual el gobierno nacional y los partidos de la oposición se niegan a abrir los archivos secretos e impulsar una investigación seria: se trata de un crimen imputable al Terrorismo de Estado en democracia. En este derrotero cuenta con el apoyo formidable de sus relaciones internacionales, en particular de Israel y Estados Unidos".

A su vez, desde…

Memoria Activa, también cuestionaron el fallo. Sobre este juicio a Telleldín, señaló que "se basó, fundamentalmente, en lo actuado y decretado por los mismos funcionarios que encubrieron", que "en todos estos años no se incorporó ninguna prueba nueva" y que el fiscal "Alberto Nisman decidió requerir, otra vez, el juicio a Telleldin con la misma prueba con la que en el primer juicio ya se había decidido su absolución".