CARACAS-VENEZUELA  (PrensaMare)  El primero de los 5 tanqueros petroleros iraníes (el Fortune), ingresó el sábado por la noche a aguas venezolanas donde fue recibido por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Su llegada es un hecho de importancia mundial pues EEUU ha armado una suerte de bloqueo sobre el país.

Las primeras declaraciones de la administración de Estados Unidos dejaron trascender que estaban evaluando acciones ante el envío de los barcos. El Comando Sur difundió el envío de 4 barcos de guerra al mar Caribe en el marco de la operación anti-narcóticos (anunciada por la Casa Blanca a principio de abril).

El gobierno iraní había afirmado que tomaría acciones “categóricas e inmediatas” en caso que se intentara detener los buques. La FANB, por su parte, anunció que esperaría a los barcos en su zona económica exclusiva para acompañarlos hasta los puntos de llegadas en Venezuela.

El Consejo de Seguridad de la Casa Blanca calificó la importación de combustible como un “acto de desesperación del régimen corrupto e ilegítimo de Maduro”.

Lo cierto que el recorrido del Fortune, por el Canal de Suez, el mar Mediterráneo, el estrecho de Gibraltar, y el Océano Atlántico, fue objeto de seguimiento y análisis permanente por el Pentágono.

El envío se produce…: cuando han recrudecido las sanciones y el cerco sobre Venezuela por parte de EEUU. Inclusive Mauricio Claver Carone, director del Consejo de Seguridad Nacional para el hemisferio occidental, amenazó a las petroleras Repsol, Eni y Reliance con “sanciones que podrían ser devastadoras” en caso de que mantengan sus actividades económicas en el país.

Esta acción de Venezuela e Irán es tomada por analistas estadounidenses como un “desafío” (¿?) de dos “gobiernos ilegítimos” para con EEUU.

Desde Washington como la derecha venezolana y el uruguayo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, se afirma que esta “alianza” representa una amenaza para la región.