CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA y BARCELONA-ESPAÑA (PrensaMare)  Tras la victoria en Eliminatorias mundialista de Argentina sobre Brasil (1-0) en el mismísimo Estadio Maracaná, se conoció la duda de continuidad de Lionel Scaloni (por él manifestada) al frente de la nacional.

Textualmente el entrenador expresó en la conferencia de prensa: "Una cosa importante que quería decir, necesito parar la pelota, ponerme a pensar, tengo mucho que pensar en este tiempo. Estos jugadores no dieron un motón, necesito pensar mucho qué voy a hacer, no es un adiós, pero necesito pensar porque la vara está muy alta, porque está complicado seguir... seguir ganando. Estos chicos necesitan un entrenador que tenga todas las energías posibles".

Ante ello es bueno revisar algunos hechos, trascendidos y actitudes dentro de lo que se puede denominar “estructura del seleccionado”, para comprender un poco más su expresión.

El siguiente detalle debe tomarse en forma general, y no que el orden de su ubicación se corresponda con la importancia que alimentó este cortociruíto (¿?). Los hechos han sido:

• Molestia del entrenador tras sus reuniones con el titular de AFA, Claudio Fabián Tapia, para definir su renovación de contrato. Fue un período de 4 meses donde no existió una decisión contundente desde la dirigencia para ratificarlo. Lo que él entrenador entendió como un ‘manoseo’ y/o desvalorización de su trabajo. Finalmente renovó hasta mitad de 2026
• Al entrenador le ha molestado que se hayan ‘filtrado’ situaciones que muy pocos conocen de adentro del seleccionado. Responsabliza de ello a la dirigencia (sin señalar a uno u otros); pero seguro que dichas novedades (que deberían permanecer dentro de las paredes del seleccionado) llegan a la prensa desde dicho sector. Entre esas molestias estuvieron que se conocieran (sin necesidad alguna) ciertos partes médicos de futbolistas como que se conozca ‘anticipadamente’ las listas de cada convocatoria
• Entiende que la dirigencia disfruta y goza de los logros deportivos y mantienen un optimismo y a la vez exigencia (de más resultados), cuando poco y nada hacen por garantizarle lo mejor. Ha reclamado en reiteradas oportunidades por mejoras de condiciones de trabajo, que no han sido respondidas satisfactoriamente. Considera que los logros de haber ganado la Copa América, la 'Finalissima' (con el campeón de Europa), y el Mundial 2022, han puesto “la vara está muy alta”, pero ello no es respaldado en los hechos por la dirigencia ('que no entra a la cancha')
• En varias oportunidades el equipo de trabajo de Scaloni debió intervenir y solucionar situaciones internas, que no les corresponden a ellos. El equipo lo ha hecho por el convencimientoy compromiso con el proyecto y amor a la selección, y por la experiencia (de tantos años como futbolistas en el mundo)
• En reiteradas oportunidades reclamó un calendario de partidos amistosos con selecciones europeas, y ello no ha sido escuchado. Lo cual le quita posibilidades de alto nivel de competencia
• La gestión de Tapia ha organizado encuentros amistosos que solo se ‘justifican’ desde la faz recaudatoria, pero sin sustento deportivo y/o de penetración deportiva dentro de un proyecto internacional de la selección
• Existe un claro malestar del cuerpo técnico y los futbolistas porque AFA no abonó el premio por haber ganado el Mundial de Catar
• Scaloni considera que no existe desde la dirigencia un verdadero compromiso para trabajar en el ‘plan renovación’, que ya debe estar en marcha teniendo en cuenta que entre la Copa América 2024 y el Mundial 2026 se producirán los retiros de Angel Di María y Lionel Messi (como seguramente de varios de los que forman parte de este exitoso proceso deportivo).

Hasta allí lo que se conoce y se puede asegurar que forma parte de la realidad. Pero luego aparecen otros dos hechos; uno periodístico y otro político.

El primero tiene su origen en medios españoles, que anticipan que Scaloni está buscando marcharse en estos momentos, estando en lo más alto de sus logros como entrenador, para retornar a España (donde está radicada su familia), y esperar ser convocado por algún club europeo. Lo que puede considerarse como una simple especulación propia del periodismo en general, tratando de “anticiparse” a lo que en algún momento sucederá.

El segundo ya es delicado y grave. Se trata de una maniobra política de peso. Se sabe que Tapia, la actual dirigencia y muchos futbolistas se manifestaron a favor que los clubes continúen siendo entidades sociales, y no simples empresas de lucro.

En ese sentido, dicha posición colisiona totalmente con la del presidente electo Javier Milei y de su principalísimo ‘padrino’ Mauricio Macri. En este sentido debe recordarse que años atrás existió un intento de este último por avanzar para que los clubes desaparezcan como tales y se conviertan en “sociedades anónimas”.

Para comenzar con el desgaste de Tapia y de su posición, se comenzó a instalar en los medios hegemónicos que el titular de AFA le había exigido a Scaloni que saliera a apoyara a Sergio Massa, antes de las elecciones.

Fue así que inmediatamente apareció Macri para ‘felicitar’ al entrenador porque “no se dejó presionar” (por Tapia).

Para continuar con esta operatoria, el 22 de noviembre de 2023 (3 días después de las elecciones) los medios hegemónicos lanzaron el trascendido que sería intensión de Milei el “intervenir la AFA”.

Así, Scaloni ha quedado en medio de una operación de quienes quieren apropiarse de los clubes, con el argumento –como dijo Milei-: “qué le importa a los hinchas quien es el dueño, si sos campeón”...