SANTIAGO-CHILE (por Carlos Poblete Avila, Profesor de Estado)  La política es, debe ser el arte de pensar. De pensar y de realizar para el bienestar de las grandes mayorías ciudadanas. El tema es que no debe haber ' algunos ' que piensen por los demás. Hasta hoy ... ha sido así. Los ciudadanos han dejado, han delegado que esos pocos elegidos ... piensen por ellos. Los actuales estados de crisis de las sociedades, de los países obedecen a ese dejar hacer por y para los ' pocos elegidos '.

Mientras los grandes, los numerosos sectores ciudadanos se automarginen de pensar y resolver ellos, y ejecutar ellos sus propias políticas, serán aquellos  elegidos ...los que  harán sus propias políticas, sus propios planes, sus propios programas. Así sucede hoy, eso desde los niveles más básicos de la sociedad. Entiéndase organizaciones comunitarias, de vecinos, de municipios, de sindicatos, de colegios, y de parlamentos...

Elegir ' representantes ' es una comodidad. Elijo  y luego me voy, me retiro. Ni siquiera existe la ' revocabilidad ' de esos mandatos. Siempre se han opuesto los ' elegidos representantes ' a la existencia de esa opción, de ese poder ciudadano. Obvio que se oponen, porque revocar significa destituir de los cargos.

Crear ' masa crítica ', esto es, masa pensante ... desde lo individual, desde cada persona o ciudadano que ejerce ese derecho, su derecho es una necesidad. Ese es un vacío ' crítico ' en la sociedad actual. Es un vacío que permite dejar hacer por otros ...Y, ese dejar hacer en ' mi nombre ' o, en  ' mi lugar ' es ' regalar ', es ceder mi derecho político, social y cultural a otros ... que deciden por mí.

Y, sucede - como está visto - que esos que deciden por los ciudadanos en y desde sus distintos cargos, en muchos casos no tienen, carecen de las mínimas competencias de naturaleza habilitante alguna para ejercer esos poderes.

La política como tal, esto es, como ciencia e inclusive como arte ninguna culpa tiene en los actuales estados de crisis que como ciudadanos, que como sociedad se viven. Los culpables son los arrimados a la política, los ' politiqueros ' de baja monta con carnet de mediocres que se acercan a ella para obtener prebendas, oscuros beneficios personales. El castigo legal y social con la mayor dureza ha de caer sobre ellos. Hace falta profilaxis ciudadana ejercida por los propios ciudadanos.