CIUDAD DE MÉXICO-MÉXICO (por José Luis Ingratti, PrensaMare) Los comentarios, informaciones y principalmente las imágenes en internet, fueron el golpe de gracia para el racismo anti-haitiano del gobierno de Joseph Biden.
Frente al asombro mundial por el desprecio y odio oficial para con los inmigrantes haitianos, EEUU se vio obligado a “liberarlos”. Se pudo observar cómo agentes de migración a caballo (de EEUU) perseguían a migrantes haitianos.
Ante el repudio mundial, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, habló ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, indicando que muchos caribeños fueron liberados y por ahora no serán deportados.
“He ordenado que se lleve a cabo una investigación de los hechos que se retratan en esas imágenes”, aseguró Mayorkas.
“Los horribles videos… son el último de una serie de abusos contra los derechos humanos como resultado de la continuación de las políticas fronterizas de la era (Donald) Trump (2017-2021) por parte de la administración Biden”, afirmó la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU).
Que Mayorkas haya tenido que hablar y se exprese ‘sorprendido’, no es más que un disfraz del propio racismo oficial del que él forma parte. Porque el departamento que él conduce ‘lucha’ por detener a miles de haitianos y personas de otros países que cruzan la frontera buscando radicarse en EEUU.
La Patrulla Fronteriza comenzó a deportar a los haitianos a su país por vía aérea el último fin de semana. La capital haitiana ya recibió 10 vuelos desde EEUU con deportados.
Lo concreto es que el (inhumano) campamento instalado debajo del puente en Del Río (Texas), albergó a más de 14.000 personas. La grevedad y rechazo a las acciones del gobierno de Joseph Biden obligaron a un rápido cambio y a la urgente liberación de haitianos “a una escala muy, muy grande” en los últimos días, indicó un funcionario ante la agencia AP.
El Director del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, se manifestó “impactado” y señaló que las expulsiones podrían violar el decerecho internacional.
En Puerto Príncipe, el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos calificó de “cacería humana” la persecución a los caribeños en la ciudad tejana de Del Río.
