El poder estadounidense "pasa factura" a la pacificación en la península coreana...

SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret)  La reciente firma de una revisión del acuerdo comercial entre EEUU y Corea del Sur, ha generado andanada de halagos por parte de la prensa internacional.

Sin embargo, han sabido ocultar el porqué se llega a esta situación.

Digamos que Estados Unidos y Corea del Sur han firmado una revisión de su tratado comercial bilateral, en lo que supone la primera vez que el presidente Donald Trump logra modificar un acuerdo de comercio desde que llegó al poder en 2017.

Donald Trump y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, han firmado en Nueva York una versión modificada del acuerdo en vigor desde 2012, seis meses después de anunciar que habían llegado a un preacuerdo para cambiar el régimen de comercio bilateral.

"Esto es algo muy importante. Es un gran día para Estados Unidos y Corea del Sur", ha declarado Trump. "Hemos dedicado muchos esfuerzos para alcanzar este hito histórico comercial, algo que la mayoría de la gente pensó que no iba a ocurrir", ha agregado.

El magnate, que en 2017 se planteó retirarse del acuerdo comercial con Corea del Sur, ha recordado que está renegociando también otros "muchos" pactos para que sean "justos y recíprocos", sin mencionar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá.

Para entrar en vigor, el nuevo pacto debe ser ratificado por el Parlamento surcoreano, donde algunos legisladores han advertido de que no lo aprobarán si Trump cumple su amenaza de imponer aranceles a los automóviles de ciertos países, entre ellos Corea del Sur.

EEUU podrá exportar más coches y aplicar aranceles durante más tiempo

Las modificaciones incluidas en la revisión del pacto son limitadas, y el más importante es la ampliación de 25.000 a 50.000 de los vehículos de cada fabricante que EEUU puede exportar cada año, bajo sus propios estándares, a Corea del Sur.

Además, se extenderá hasta 2041 el arancel del 25% que Washington impone a las camionetas surcoreanas, que iba a expirar en 2021 bajo el pacto comercial.

Corea del Sur también ha accedido a incluir a las farmacéuticas de EEUU en su programa de precios especiales para los medicamentos innovadores, y el acuerdo exime a Seúl de los aranceles al acero extranjero impuestos por Trump, aunque sí habrá una barrera del 10% a las importaciones de aluminio.

"Creo que nuestros agricultores van a estar muy contentos... Este nuevo acuerdo incluye mejoras significativas para reducir nuestro déficit comercial y para aumentar las oportunidades de exportar productos estadounidenses a Corea del Sur", afirmó Trump. "Los mejores automóviles, los medicamentos innovadores y las cosechas agrícolas tendrán ahora mucho mejor acceso a los mercados surcoreanos. Creo que nuestros agricultores van a estar muy contentos... Es un mercado abierto", ha explicado.

Se trata de una clara claudicación surcoreana; un acuerdo hecho y firmado según deseos y exigencias de la administración Trump. Se ha tratado de un contundente paso de facturas que Washington le ha hecho a los gobernantes de Corea del Sur por sus “deseos” pacificadores y “unionistas” con sus vecinos de Corea del Norte.