MILANO-ITALIA (PrensaMare)  Un nuevo conflicto internacional se está desarrollando en Asia. Si bien no cuenta con máxima cobertura de la prensa occidental, el hecho tiene mucha importancia.

En los últimos meses, Irán ha sido víctima de numerosas acciones terroristas, que –claramente- contaron con apoyo externo.

El 17 de enero el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, reconoció que su país había perpetrado diversos bombardeos tanto en Pakistán como en Irak. Se trataron de acciones contra grupos terroristas que incursionan en Irán.

Al respecto el propio Amir-Abdollahian declaró: “Nuestra atención está centrada en los terroristas iraníes en suelo paquistaní. Antes de esta conversación, hablé con el ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán y le dije que respetamos la integridad de Pakistán y respetamos la integridad de Irak, pero no les permitiremos que pongan en riesgo la seguridad de nuestro país”.

Esos ataques iraníes al grupo terrorista sunita Yeish al Adl, ocurrieron en la provincia pakistaní de Baluchistán. Mientras que los ataques en territorio irakí se centraron en la región del kurdistan.

Al día siguiente (18-1), la Fuerza Aérea de Pakistán lanzó ataques aéreos de represalia contra Irán, que mataron a numerosos civiles. Pakistán afirmó que los bombardeos tenían como objetivo combatientes separatistas apostados cerca de la frontera entre Irán y Pakistán.