LISBOA-PORTUGAL (PrensaMare) Los medios occidentales han titulado que “el conservador” Marcelo Rebelo de Sousa, fue reelecto. Una forma ligth de disimular que es un derechista clásico, exponente del neoliberalismo mundial.
El actual mandatario ganó en primera vuelta, con poca asistencia a votar y cuando el coronavirus está descontrolado. Ningún medio del mundo, ni analista, ni mandatario se opuso a esta convocatoria electoral, que ha sido una muestra de total irresponsabilidad social y sanitaria.
Pareciera que la maniobra local (e internacional) era que se convocara a votar de cualquier forma, en plena pandemia, para que participara la menor cantidad de votantes (y con ello garantizar la re-elección del presidente).
De Sousa logró el 61 por ciento de los votos. Y su contrincante más cercana, la exeurodiputada socialista Ana Gomes obtuvo apenas el 12,8%. Cerca de ella se instaló el ultradrechista André Ventura, con el 11,9%.
El ganador es un exprofesor de derecho de 72 años; se hizo conocido como comentarista político en la televisión portuguesa. Mantiene una excelente relación con el gobierno socialista del primer ministro António Costa.
Votó el 38,4% de los portugueses con una abstención del 61,6%, lo que constituye un nuevo récord histórico en comicios presidenciales desde que regresó la democracia al país en 1974. Se votó cuando los contagios ya suman 636.190 casos y con 10.469 muertos por Covid-19. Portugal ocupa el n° 1 mundial en cantidad de contagios por cantidad de habitantes.
Marcelo Rebelo de Sousa posee alta popularidad desde su elección hace 5 años. Afirmó que se presentó a la reelección porque la pandemia le hizo cambiar de idea (¿?), a su idea incial de irse a su casa.
En el país…
El jefe del Estado no tiene ningún poder ejecutivo. Es el “árbitro” cuando hay crisis políticas, y puede disolver el Parlamento para convocar a elecciones legislativas anticipadas. La tradición electoral portuguesa ha hecho que los 4 presidentes desde la vuelta de la democracia, ganaron la reelección en primera vuelta. Por ello, este triunfo no ha sido mayormente sorpresivo (pero fue ‘ayudado’ por la escasa participación popular).
