Lun. 17. Jun 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

EL PERONISMO Y LOS OPORTUNISTAS (Rodolfo O. Gianfelici)

EL PERONISMO Y LOS OPORTUNISTAS (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Desde el llano (pues no es gobierno nacional), el peronismo asiste a un momento de crisis interna. Algo natural y lógico luego de una derrota electoral, y donde no emergen ‘cabezas’ que representen a algún sector mayoritario.

Un problema que el peronismo –más tarde o más temprado- sabrá resolver. Y si no lo hace, terminará por ser absorbido como un partido más integrado a la partidocracia liberal.

Esto sucede mientras el radicalismo trata de disimular su alineamiento ideológico cada vez más derechista; con el PRO cada vez más derechista; con La Libertad Avanza derechista; y con las clases dirigenciales argentinas cada vez más derechistas.

Sin olvidar las feroces internas a las que se asiste en el gobierno nacional.

Claro que, para la prensa hegemónica (y los que no la son, también), todo el problema se centra pura y exclusivamente en el peronismo. Y es entendible: porque en mismo ha sido el enemigo histórico del sistema dominante, y continúa conteniendo en su interior (del Movimiento), de los anticuerpos que son la garantía de su propia existencia como fuerza revolucionaria, transformadora, de cambio.

Lo cierto es que así como se debe tener presente quién es el enemigo principal, también es justo mirar hacia adentro, buscar e identificar a aquellos que por incapacidad y/o por desconocimiento y/o por ambición y/o por traición, y/o por oportunismo, terminan haciéndole el juego a ‘los de afuera’, y debilitando al Movimiento.

Se sabe que existen tironeos y disputas. Y bienvenidas sean, porque ellas mantienen vivo al Movimiento y obligarán a salir de la actual abulia, conformismo, mediocridad y principalmente, la desorientación.

Si tenemos que nombrar lo que está quedando en la superficie o saliendo a flote, no debemos negarlo, sino señalarlo:

  • Se carece de conducción estratégica
  • Se atomizó el PJ (Partido Justicialista) convertido en una suerte de sumatoria de ‘partidos provinciales’ con intereses exclusivamente locales
  • Con dirigentes sin votos, pero cada vez más neoliberalizados; aliados y defensores del poder dominante
  • Con dirigentes sociales convertidos en simples recaudadores y ‘administradores’ y/o negociadores con el poder dominante
  • Con una agrupación demonizada, pero que –a la vez- muestra sus propias limitaciones ideológicas, habiéndose convertido en un ‘tapón’ de la peronización
  • Con legisladores convertidos en “estrellas” que piensan más en el valor de su brazo levantado que en los intereses nacionales y populares
  • Con una total desconexión de la realidad regional e internacional
  • Con falta de identificación en amplios sectores sociales como fuerza política representativa...

Posiblemente –de seguro- existan más ítems para sumar a la precdente nómina. Y en ese sentido, es bueno señalar que Cristina Fernández es la dirigente de mayor predicamento y reconocimiento. Pero no es capaz de poder encarar la conducción del conjunto.

Supo en su momento, ponerse a la cabeza de una situación dramática y organizar la unidad para impedir la reelección de Mauricio Macri. Pero ello dio lugar a la administración del mediocre Alberto Fernández. Un personaje que se autocalificaba como “socialdemócrata”, formado “por el rock y no las 20 Verdades Justicialistas”, que –lógicamente- terminó como lo hizo.

Casi se diría que su gestión fue la mejor pista de aterrizaje para el desembarco de un personaje como Javier Milei. Vaya coincidencia o no... lo mismo que hicieron los socialistas y socialdemócratas en países europeos para que luego llegaran las reaccionarias derechas (Partido Popular y Vox en España; Silvio Berlusconi y Georgia Meloni en Italia; Emmanuel Macron en Francia; Kyriákos Mitsotákis en Grecia...).

Está claro que a la expresidenta y exvicepresidenta no le interesa ser la conductora integral del peronismo. Podría serlo...? Si. Porque fue capaz de lograr la unión en 2019, y si se lo plantera podría ser la gestora de una gran unión y conducción del peronismo a nivel nacional.

Porqué no lo hace o no quiere hacerlo...? Es un tema que solo ella puede responderlo. Lo que sí es evidente que ese no es su objetivo. A lo sumo, pretende ser quien aparezca cada tanto con algún mensaje orientador.

Pero ello no alcanza. Es extremadamente poco y cada vez con menos peso e influencia, porque la gravedad de lo que sucede en la Nación es cada vez mayor.

Ella podría ser el motor de la reconstrucción del peronismo, que encuentra a muchos tironeando desde adentro, pretendiendo seguir demonizando a una agrupación como La Cámpora (con la que –debo aclararlo- no me une absolutamente nada, ni antes, ni ahora... y mucho menos a futuro). Pero que –pareciera- que por una cuestión de ‘apellido’ al golpear a la misma, se busca golpear a Cristina.

Una maniobra entendida que sea realizada por el poder político y comunicacional antiperonista, pero que no se debe aceptar en el propio peronismo.

Cristina ideó el Frente de Todos y logró impedir en las urnas la consolidación del macrismo. Un hecho importantísimo en su momento. Luego, lo de Alberto Fernández, fue el resultado de una traición o de una mala evaluación de Cristina (en su momento cuando lo ‘eligió’) y/o ambas. Pero es otra cosa.

Es verdad que el peronismo (no nos vamos a ocultar) gobernó con Alberto Fernández en medio de una sensacional pandemia y afrontró la peor sequía en doscientos años en el país. Pero también mostró las limitaciones, deslealtades, desviaciones e incumplimientos de un gobierno teñido por la mediocridad.

Y es bueno señalarlo porque el peronismo no tiene absolutamente nada que ver con la gestión del gobierno de 2019-2023, excepto en la respuesta social y productiva del Estado ante la pandemia. Del resto que se haga cargo Alberto Fernández...

Es hora que los peronistas prioricen lo importante y pongan el carro detrás del caballo (y no al revés).