SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare)  Está visto que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no puede tener un período más o menos extenso, de tranquilidad. Si no surgen problemas internos, desde la entidad salen a “comprarlos”.

El nuevo tema está en las dudas de cómo serían las venideras competencias y cuantos clubes intervendrían.

Se trata de un tema delicado, porque significa hablar de los descensos que causa terror en las dirigencias. Porque sus consecuencias, más allás de las deportivas, son económicas y de seguridad. Máxime si se tiene en cuenta los últimos hechos de violencia que soportan jugadores de Aldosivi, Independiente y Lanús...

Lo cierto es que se habla de una nueva (y cuantas van...?) forma de disputa con 30 clubes. Una nueva ida y vuelta de cambios, donde pareciera que lo único que se busca es tratar que no haya pérdidas de categoría y seguir sumando clubes en Primera.

En medio de trascendios, comentarios, negativas, mentiras y des-informaciones, se habla que una vez finalizado el actual torneo, para el 2023 se comenzaría con una competencia nueva. Entre las propuestas existentes se plantearía:

• Suspensión de los 2 descensos
• Ascenso de 2 clubes (desde la Primera Nacional)
• Competirían 30 clubes (actualmente son 26)
• Para completar ese cupo, deberían ascender otros 2 clubes más
• Se dividiría el torneo en 2 zonas de 15 clubes cada una
• Los 4 primeros de cada zona pasarían a jugar en play-off los octavos hasta consagrar el campeón
• Los 5°, 6°, 7° y 8°, de cada zona irían a disputar un torneo sin objetivo alguno
• Los 9° a 15° de cada zona jugarían un torneo por la permanencia (con 2 o con 4 descensos)
• Posteriormente habría que organizar la competencia para el segundo semestre del año...

Como se puede observar... nada nuevo. Porque se trataría de una actualización de lo hecho décadas atrás cuando se jugaba el Torneo Metropolitano, el Torneo Promocional y el Reclasificatorio. Estos 2 últimos en forma simultánea a que se disputaba el Torneo Nacional.

Pero seguramente lo detallado puede seguir teniendo más cambios, según los intereses de ciertos clubes, las negociaciones dirigenciales, las presiones de las multinacionales del negocio televisivo. Mientras tanto, quien sostiene este mega-negocio, el simpatizante, el fanático, el socio es un espectador de un fútbol que se juega cada vez peor.