Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

CÓMO VAN A INTERESARLE LOS MUERTOS... (Rodolfo O. Gianfelici)

CÓMO VAN A INTERESARLE LOS MUERTOS... (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel son los máximos exponentes del negacionismo al nivel superior en posiciones del Estado nacional.

Lo han sido en épocas electoralistas, y lo son ahora desde el gobierno. Niegan el terrorismo de Estado, el plan de represión, los campos de concentración, y hasta la cantidad de víctimas, como si el número –en mayor o en menor cantidad- pudiera ser un dato de beneficio para criminales condenados (y prófugos).

Constituyen el constante mensaje de odio. No solo hacia los muertos y las muertas, sino que con su accionar inflacionario, empobrecedor y entregador del patrimonio nacional, también odian a los vivos y a las generaciones futuras.

Frente a ellos están los tibios, los “ni” (ni si, ni no), los “dialoguistas”, los “opositores serios” (¿?), los que ante la prensa son duros y opositores y ante los hechos blandos y genuflexos.

Si algo se le debe ‘agradecer’ a este personaje Milei es que no deja lugar a grises, a timoratos, a quienes dudan. O lo apoyan, o lo rechazan. O son funcionales a sus políticas, o las repudian.

Es cierto que el papel denigrante y mercenario de los medios hegemónicos (y quienes sin serlo siguen su lineamiento ideológico), ha logrado instalar en la sociedad una suerte de apoyo al presidente y a sus políticas. Una rara situación donde el perjuicio se palpa, se siente, se sufre en los primeros 100 días de gobierno como nunca antes había ocurrido en el país. Y sin embargo hay quienes le tienen confianza y consideran que ‘se le debe dar tiempo’ (¿?).

Hasta allí podríamos expresar o mostrar la cruda actualidad.

Luego tenemos situaciones que se concatenan con la realidad, aunque muchos no se hayan percatado.

Por un lado, en la ciudad de Santa Fe, las gestiones de los pasados intendentes José Corral (radical) y Emilio Jatón (peronista converso devenido en socialista), que mostraron sus desprecios por los muertos.

Si. Sus mediocres gestiones los mostraron indiferentes ante los sepultados en el Cementerio Municipal; sin políticas para dicha área, lo sumieron en el abandono; con robos, suciedad, sin mantenimientos, y con destrucciones edilicias.

Por el otro, se conoció el descubrimiento del nuevo intendente platense –en febrero- de 500 ataudes (y bolsas de consorcio) abandonados de restos humanos, en diferentes sectores del cementerio. Responsabilidad exclusiva del saliente intendente Julio Garro (PRO, Juntos por el Cambio), que gobernara entre 2015 y 2023. Un político que no le pudo echar la culpa por la “herencia recibida”, que con 8 años de administrador expuso su desprecio por los muertos.

El respeto por los que han desaparecido físicamente no es un tema menor. Ni desde el punto de vista religioso, ni social, ni cultural. Mucho menos desde lo humano, más allá que se esté de acuerdo (o no) con sepultar familiares en un cementerio.

Podríamos decir o coincidir muchos de los que tenemos familiares en un cementerio que “ellos no están allí”. Pero ‘por algo’, los tenemos; visitamos sus tumbas; colocamos flores; ‘hablamos’ con ellos al visitarlos; pagamos el canon municipal por el nicho; programamos la ‘visita’.

Sobre este tema entiendo y respeto que todas las posiciones son válidas; puede responder a lo cultural, lo religioso, ‘la costumbre’, el respeto, el ‘homenaje’, el ‘sentirlos’ cerca.

Lo que no se puede es ser indiferente o directamente un negligente, irresponsable o directamente un odiador ante los muertos. Porque ello no responde a ninguna concepción política, económica y/o administrativa. Ello demuestra la posición ante el semejante. Es una posición Humana.

De allí que apelando a un pensamiento futbolístico -que se encuentra tan arraigado en la sociedad argentina-, podríamos decir que existen dirigentes que usan diferentes camisetas (partidos políticos), pero que juegan para el mismo seleccionado (la deshumanización capitalista).

Si no les interesan los vivos –a los que imponen el empobrecimiento-, porqué les van a interesar los muertos...?