SANTA FE-ARGENTINA (por Delia Cesarini, PrensaMare) Días atrás se pudo acceder a través de internet a un repudiable video donde jóvenes radicales (Unión Cívica Radical), militantes de Franja Morada de la Universidad del Nordeste, vivavan la muerte de Néstor Kirchner.
También deseaban que lo mismo le suceda a Cristina Fernandéz.
El suceso no generó ninguna reacción o respuesta oficial de parte de las autoridades de la Unión Cívica Radical, ni de quienes conducen a la agrupación universitaria a nivel nacional.
Tampoco se conocieron voces del radicalismo en Diputados ni en el Senado, en rechazo a semejantes expresiones.
En la sesión en el Senado de la Nación, fue Silvia Sapag quien manifestó su solidaridad con la vicepresidenta y el repudio a semejante hecho.
Fue una acción que se produjo en la ciudad de Corrientes, pero que –internet por medio- se extendió rápidamente nacional e internacionalmente. El odio que durante años han instalado en el seno de la sociedad los medios hegemónicos y dirigentes como Mauricio Macri, su funcionariado nacional (2015-2019) y sus radicales aliadísimos, demuestra que van produciendo sus hijos.
En ese mismo sentido, tampoco los medios hegemónicos se han manifestado en contra, a través de sus plumas-empleados (quien no quiere ver, no ve...).