ROSARIO-ARGENTINA  (PrensaMare)  Leandro Somoza llegó a Rosario Central, tras la salida de Cristian Kily González. Un arribo que no convenció a algunos, que pretendían un entrenador ‘del riñón del club’.

Ocurre que Central se encuentra sumergido en una crisis económico-financiera, dirigencial y deportiva. De allí que todo lo que se haga (para bien o para mal), genera inmediatas reacciones.

La dirigencia había prometido refurzos –para esta competencia- que nunca arribaron. Los resultados y el juego no ayudaron. Una cierta prensa rosarina anticipaba que el técnico era mirado con desconfianza, y que si no lograba un buen resultado en el próximo juego, sus horas estaban contadas.

Finalmente Somoza se anticipó a todos y dio un portazo. Afirmó que se iba al no cumplirle con la llegada de refuerzos.

Dijo que “No iba por el mismo camino lo institucional y lo deportivo y por eso tomé la decisión de dar un paso al costado"; palabras vertidas el martes 14.

De esta forma, la actual dirigencia suma un nuevo traspiés y el manager Raúl Gordillo expuso: “Es una decisión entendible pero apresurada”.

El propio empleado del club se hizo cargo del plantel –transitoriamente- para dirigirlo ante Godoy Cruz. A todo ello, se sabe que el club pretende que llegue para dirigir, Pablo Vitamina Sánchez.

Es cierto que Central no tiene muchas posibilidades negociadoras en el difícil mercado de pases, por carecer de recursos, y porque sus antecedentes no ayudan para que un jugar elija ponerse la casaca.

Actualmente no existe presupuesto ni proyecto deportivo...

Somoza dirigió 10 partidos con apenas 2 victorias, 3 empates y 5 derrotas. Pero no se le puede responsabilizar de ello solamente a él. Se trata de una situación muy difícil y de arrastre.

Con un plantel sin mucho resto técnico, el entrenador renunciante había entregado a la dirigencia un listado de refuerzos, con 3 nombres por puesto a cubrir. Y siempre la misma respuesta: el silencio.

En su momento, Kily González, apostó a los juveniles para evitar erogaciones en refuerzos (con la dirigencia de acuerdo). Sin embargo, cuando los resultados no acompañaron la misma dirigencia le exigió y lo despidió...

Dentro de esta locura que es el fútbol argentino, resultó llamativo que en la noche del martes –cuando Somoza estaba renunciando-, un programa televisivo ya lo considera como ‘candidato’ a dirigir otro equipo, donde –dicen- las horas del entrenador actual, están contadas (¡).