SANTIAGO-CHILE  (PrensaMare)  El gobierno de Sebastián Piñera sufrió la renuncia de su ministro de Salud Jaime Mañalich. Ocurrió cuando se informaba a la Organización Mundial de la Salud que el país superaba las 5 mil muertes (cuando el viernes 12 habían dicho que eran 2.870 fallecimientos).

Así llega al cargo Enrique Paris, ex presidente del Colegio Médico chileno e integrante de la mesa social covid-19 (formada por expertos y analistas para enfrentar la crisis sanitaria).

Piñera se manifestó halagadoramente sobre su elegido para el cargo. Se trata del mismo  que ya fue ministro del área durante el primer gobierno de Piñera (2010-2014). En el 2015 fue expulsado del Colegio Médico por faltas a la ética. En 2017 apareció envuelto es un escándalo por irregularidades en el manejo de las listas de espera del sistema público (más de 30.000 pacientes no pudieron recibir atención médica durante su administración).

Se trata de un personaje que algunos dicen que es ‘contradictorio’, para ocultar que es un irrespetuoso, burlista y prepotente. En noviembre de 2019 declaró en televisión que el sistema de salud chileno “es uno de los mejores y más eficientes del planeta” (¿?). Lo cual demuestra que desconoce el mismo o es un mentiroso total.

En marzo justificó la tardanza del gobierno para decretar una cuarentena. En abril siguió apareciendo en los medios y defendió la idea de incluir en la estadística como “recuperados” a los fallecidos por covid-19 ya que todos ellos “han dejado de ser una fuente de contagio” (¿?).

No diciendo absolutamente nada del ‘error’ en la contabilización de muertos del ministro anterior, afirmó: “he llegado personalmente al convencimiento de que esta nueva etapa en la lucha contra el coronavirus requiere un nuevo liderazgo. Un liderazgo que se abra nuevamente al diálogo, que convoque más personas, que le de frescura a la conversación”. Dejando en claro que su tarea sería de “continuidad”.

Mientras, desde el Colegio Médico, señalaron que esperan que cambie la estrategia sanitaria y que la institución que lidera tiene toda la disposición a dialogar con él.

El salienta Mañalich dijo en marzo que decretar una cuarentena era “una solución populista” ya que, para él eso era negarle a la gente ir al supermercado, farmacias o cargar combustible.

Hoy el país tiene hospitales colapsados, aviones del Ejército transportando enfermos críticos a hospitales, y muertos que no son descubiertos en sus casas.

Mientras, se puede ver a cientos de extranjeros durmiendo cerca de las embajadas de sus respectivos países presionando para que los trasladen en aviones a sus países (escapando de Chile).

Esta es la situación en un país donde el presidente, fiel a su pensamiento derechista rechaza la cuarentena; para ello buscó a otro ministro de Salud que defienda su pensamiento.