SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  La podredumbre del macrismo ha cubierto todos los estamentos allí donde tuvo contacto o relación entre 2015 y 2019, por lo menos a nivel nacional. En cuanto al nivel capitalino (Ciudad de Buenos Aires) ello es toda una incógnita, a tenor de los años de gobierno de Mauricio Macri (2007-2015) y los actuales de Horacio Rodríguez Larreta (2015-2023).

El primer día de septiembre del 2022 se produjo el frustrado atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández. Desde allí en adelante, la justicia actuante demostró que viaja en carreta en tiempos del ARSAT-2...

Resulta evidente y causa vergüenza observar los reclamos de la víctima y de sus abogados para que la investigación se unifique y avance a un ritmo razonable. Pero lejos de ello, la responsable, la jueza Maria Eugenia Capuchetti se ha encargado de mostrar un manifiesto deseo para que la causa se diluya en el tiempo y nada se aclare. Mucho menos para que existan acusados, juzgados y –posiblemente- condenados; no solo a nivel ejecución, sino especialmente a nivel intelectual del suceso.

Porqué Capuchetti actúa así...? Tiene algún problema personal con la víctima...? Trata de proteger a alguien o algunos...? Le falta capacidad...? Carece de medios para impulsar la investigación...?

Esos son algunos de los interrogantes, de los cuales la única que puede evacuarlos, resolverlos, es ella misma.

Pero lejos de ello, se conoció que Capuchetti posee un contrato como investigadora senior en un instituto que depende del... gobierno porteño. Además, brinda clases en la Policía de la Ciudad.

O sea que su patrón es Horacio Rodríguez Larreta...

Algo que no solo es sorpresivo, sino que el propio Ministro de Justicia nacional, Martín Soria, denunció que esa relación laboral es incompatible con su función como magistrada.

La magistrada forma parte de los cuestionadísimos Tribunales Federales capitalinos (de Comodoro Py). Un ámbito judicial que ha dado suficientes muestras en los últimos años, de una escandalosa relación entre integrantes de la justicia y el partido PRO (el mismo al que pertenece el patrón Rodríguez Larreta).

Efectivamente, Capuchetti es docente e investigadora en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP). Forma cuadros superiores de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y a los funcionarios.

Ya en el año 2014 Capuchetti comenzó con sus clases en el ISSP. A partir de 2019 se convirtió en jueza Federal; pero la asunción de este cargo no la llevó a renunciar como docente.

O sea que Capuchetti -siendo empleada de Rodríguez Larreta (del PRO)- fue propuesta como jueza, en noviembre de 2018 por Macri (del PRO). Su pliego fue aprobado el 16-4-2019 en el Senado, gracias a los votos de los legisladores del PRO, Cambiemos y de Peronismo Federal (socios del anterior). El peronismo (al que denominan ‘kirchnerismo’) se opuso...

Juró como jueza mayo de 2019 y asumió en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 5 (dejado vacante por Norberto Oyarbide).

Su relación política y laboral con el PRO resulta indiscutible...

Ahora bien: La jueza Capuchetti, para poder ejercer como docente debe estar autorizada por autoridades judiciales que ejerzan la superintendencia. Si ella no fue autorizada (nadie conoce que exista tal permiso): Porqué lo hace...?

Por su amor por la docencia...? Porque necesita cobrar dicho salario pues el que posee como jueza Federal no le alcanza para el mantenimiento de su familia, y estamos ante una ‘situación social’...? Por pura soberbia y abuso de poder que la llevó a no cumplir con las exigencias escritas al respecto...? Por coinciencias ideológicas con el PRO...?

Pero todavía existe más en cuanto a los antecedentes laborales y a su conocimiento de relaciones con el poder, por parte de esta magistrada.

Porque su padre, Carlos Capuchetti, fue uno de los jefes de la Policía Federal; porque ella trabajó por décadas en la Justicia Federal; porque tiene una hermana que trabajo para la AFI (Administración Federal de Inteligencia, en tiempos de Macri); porque ella misma, siendo jueza, visitó (para qué?) en seis oportunidades el edificio de la AFI.

El entramado político-judicial-mediático del que forma parte del PRO (y sus socios) no tiene límites. Su Señoría Capuchetti, es una muestra más de ello. Alguien puede esperar que avance la investigación del intento de asesinato a la vicepresidenta...?