SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare)  Roberto Maulin Pratto era hijo de Rubén Maulin y Luisa Pratto. Fue robado en la misma sala de partos del Sanatorio Reconquista (en en norte santafesino) el 26 de marzo de 1977.

En 2009 conoció su real filiación (cuando el análisis genético le confirmó que era hijo de perseguidos por el terrorismo de estado).

En septiembre de 2016, el Tribunal Oral de Santa Fe condenó a su apropiadora Cecilia Góngora de Segretín y a la médica que falsificó el acta, Elsa Nasatsky de Martino. Y declaró que el “certificado de nacido vivo a nombre de José Luis Segretín era falso”.

Por ello ordenó al Registro Civil de Reconquista que lo “rectifique” y “expida un nuevo documento que acredite la verdadera identidad” del apropiado.

Pero debió esperar 13 años (desde que conoció su verdadera identidad), para ello.

Recientemente, José recibió las partidas de su nacimiento y las de sus hijos acompañado por su padre Rubén Maulin y la directora de Memoria, Verdad y Justicia de la provincia, Valeria Silva, entre otros.

El tercer imputado por la apropiación (de José) era el jefe del centro clandestino de detención que operaba en III Brigada Aérea, Danilo Sambuelli, quien después del golpe asumió como interventor de la Municipalidad de Reconquista hasta el 25 de mayo de 1976 (cuando lo reemplazó el empresario Omar Ovidio Dacci).

En setiembre de 2013, Sambuelli fue condenado a 21 años de prisión por delitos de lesa humanidad –entre ellos el secuestro y torturas a Rubén Maulin-, pero falleció al año siguiente, antes del juicio a Góngora y Nasatsky en 2016.

De esta forma se cumplió con una obligación del Estado. Fue una decisión política del gobierno de Omar Perotti, en las gestiones de la ministra de Gobierno Celia Arena, del secretario de Justicia Gabriel Somaglia y del titular del Registro Civil. Tal como dispuso el Tribunal de Santa Fe, la Secretaria de Derechos Humanos, le entregó el acta de su nacimiento.

Fue la primera causa por apropiación que se llevó adelante en la provincia, y colaboraron las Abuelas de Plaza de Mayo. José en su reclamo por el derecho a la identidad expresó no haber conocido a sus abuelos y abuelas que tanto lo buscaron cuando él estaba apropiado (por el matrimonio Góngora-Segretín, que tenía vínculos con la Fuerza Aérea).

La sentencia del Tribunal Oral de Santa Fe...

De setiembre de 2016 que condenó a Góngora (a 8 años de prisión) y Nasatsky (a 6) es cosa juzgada. La Cámara de Casación Penal la confirmó en diciembre de 2019 y la Corte Suprema de Justicia la dejó firme el 24 de noviembre de 2022 (6 meses después del fallecimiento de Góngora, el 19 de mayo de este año).

Rubén Maulín, militante del PRT...

Fue secuestrado el 19-10-1976 en Reconquista, por una patota. Tras pasar por diversos centros clandestinos de detención, el 24 de octubre fue llevado a la Guardia de Infantería Reforzada de Santa Fe y, el 5-1-1977, a la cárcel de Coronda (a disposición del Poder Ejecutivo), privado de su libertad hasta 1979. Luego fue llevado a la cárcel de Caseros y a La Plata; fue liberado en junio de 1982.

Luisa Beatriz Pratto no estuvo en cautiverio en un centro clandestino pero fue continuamente vigilada y torturada en su domicilio. Al momento del secuestro de Rubén y de parte de su familia, Luisa cursaba el cuarto mes de embarazo. Cuando fue a dar a luz a un sanatorio privado (el 26-3-1977), Luisa fue registrada con el nombre de la apropiadora de su bebé, Cecilia Góngora de Segretín. Góngora y José Ángel Segretín, se quedaron con el niño, a quien inscribieron como hijo propio con un acta de nacimiento firmada por la doctora Elsa Nasatsky de Martino.

Quedó demostrado...

Y el fallo declaró que “el certificado de nacido vivo a nombre de José Luis Segretín era falso” y ordenó al Registro Civil de Reconquista que lo “rectifique” y “expida un nuevo documento que acredite la verdadera identidad” de José.

Pero el trámite nunca prosperó en el gobierno del socialista Miguel Lifschitz.

Dicha gestión política le negó a José la reparación de las partidas de nacimiento y los documentos de identidad. La decisión política no hizo más que continuar con la política se secretismo (en cuanto a apropiación) de la dictadura cívico-militar.

Un nuevo hecho de memoria y justicia ante quienes –aún en democracia- se niegan a ello con claras decisiones políticas, como sucedió con la gobernación de Miguel Lifschitz.