MILANO-ITALIA (PrensaMare)  La economía alemana será la peor del G7, a causa de unirse a las sanciones energéticas contra Rusia.

Sus consecuencias son el desempleo del verano y la contracción de la producción industrial. La destrucción de los gasoductos Nord Stream y las sanciones contra Rusia, son las razones de la caída de la economía alemana.

Ello no es un análisis de políticos izquierdistas, sino lo que se sostiene internamente en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se asiste a una Alemania que enfrenta un mayor declive económico y la desindustrialización. Allí están el aumento del desempleo en verano, la baja de producción industrial y el aumento del 16% de las quiebras en el primer semestre de 2023.

Alemania pierde competitividad; lo cual es grave porque constituye el motor de la economía europea. Una situación que se viene produciendo en forma gradual de desindustrialización; que es irreversible; y donde el Gobierno federal no reacciona.

Los datos del FMI muestran que la economía alemana sufrirá la única contracción del Grupo de los 7 antes de finales de año con una caída prevista del 0,3% del producto interior bruto (PIB) del país. Una situación que no se producía desde 2003.

Los alemanes han jugado...

Con fuego... y se están quemando. Han sido incapaces a nivel preventivo para prever esta situación; pero a la vez, han sido sumisos al poder estadounidense. Al parecer, su clase dirigencia en general, está convencida que los logros de la economía alemana eran la consecuencia de su exclusiva capacidad.

Dejaron de lado posiblemente por soberbia, que Alemania pudoproyectar y crecer económicamente a nivel interno, regional y mundial porque contó con un suministro energético fiable, a largo plazo, a bajo costo y abundante de parte de Rusia.

Pero la situación no es inédita o sorpresiva. Luego de asumir el canciller alemán Olaf Scholz (sucesor de Angela Merkel) viajó a Washington y allí fue retado y amenazadopor Joseph Biden, quien le exigió que su país dejara de comprar energía a Rusia.

Un destrato propio de un rey para con un vasallo...

Inclusive le ordenó que detuviera la construcción de los gasoductos Nord Stream (que aprovisionarían a Alemania). El visitante regresó a su país sacudido y sin respuestas para la nación.

Pero como para que no quedaran dudas que le habían hablado en serio, en septiembre de 2022 se produjo el atentado terrorista a los gasoductos. En occidente a nadie le intersó mover absolutamente nada para investigar, descubrir y llevar a los responsables intelectuales y materiales ante la justicia.

Luego de ello, las consecuencias para la economía alemana están a la vista.

Se asiste al primer paso de una baja que nadie sabe dónde tendrá su piso. Alemania está en recesión. La economía europea comienza a sacudirse y el objetivo de Washington es el de llevarla a la ruptura.

Alemania eligió el camino de aceptar servilmente el atentado terrorista al Nord Stream, a la vez que se sigue sumando a las sanciones de occidente contra Rusia. Pero ademá, ha cometido un grave error interno como es el de llevar adelante la “agenda verde” (transformación verde) sustituyendo (además de la energía rusa) todos los combustibles fósiles, donde eliminó gradualmente la energía nuclear.

Todo lo cual alimenta la desaceleración económica.

Por lo que se observa hasta el momento, las sanciones de occidente a Rusia están afectando más a los ejecutores de esta política que a Moscú. Máxime que quienes han dejado de aprovisionarse de energía rusa, han debido salir a comprarla a un precio más cara a EEUU y a terceros países (algunos de ello que se la compran a... Rusia).

La maniobra estadounidense es la de extender en el tiempo estas acciones en la seguridad (manifestada públicamente) que ello terminará por desgastar a Rusia. Sin embargo, existen suficientes sospechas que en verdad se trata de una maniobra de Washington impuesta para defender exclusivamente sus intereses comerciales y geopolíticos.