SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret, PrensaMare)  “Le vamos a dar el beneficio de la duda”. Así se manifestó Rogelio Frigerio al llegar a la asunción del nuevo presidente, refiriéndose al mismo.

Si. El máximo representante del colaboracionismo de Mauricio Macri se expresó de manera despectiva, arrogante y necia. Inclusive afirmó “vamos a controlar”.

Suena chocante, agresivo y violento que un personaje nefasto que durante cuatro años representó el ejercicio más destructor de lo nacional y popular ya dude del gobierno elegido democráticamente.

Este grupúsculo que se va por la puerta trasera de la casa de gobierno, con el repudio mayoritario de los argentinos, ya muestra su forma de actuar a futuro.

Esta forma de manifestarse contrasta sobremanera con los cuatro años que el peronismo le garantizó gobernabilidad y paz a una banda conducida por Mauricio Macri, que azotó, saqueó, hambreó al pueblo y entregó la Nación.

Ni siquiera en los últimos minutos antes de irse el que decían era el “mejor equipo de los últimos cincuenta años”, han tenido –por lo menos en la voz de quien fue este ministro-, la mínima humildad.

Quienes crean que todo ha cambiado en el país con el nuevo presidente, se equivocan.

La oligarquía, la patria financiera y los entregadores están y seguirán actuando igual. El odio los guía.