ROSARIO-ARGENTINA (PrensaMare) El exgobernador Miguel Lifschitz falleció el domingo, y fue enterrado el día lunes. El deceso se produjo estando internado, afectado de Covid-19.
Ha sido presentado por los medios hegemónicos y derechistas como uno de los “grandes referentes del Partido Socialista” en el país. Actualmente se desempeñaba como diputado provincial, ejerciendo la presidencia de dicho cuerpo. Se contrajo coronavirus en abril; debió ser internado y su estado de salud fue empeorando diariamente.
Fue gobernador entre 2015 y 2019, encabezando el Frente Progresista Cívico y Social junto a radicales, coalicionistas, aristas, demoprogresistas, y antiperonistas. Antes había sido intendente rosarino.
Reivindicado por los medios derechistas y neoliberales argentinos, durante su gestión se profundizó la crisis institucional policíaca, y se incrementó el poder de las bandas de narcotraficantes en la provincia.
Encarnaba dentro del partido el ala más reaccionaria y antiperonista. Fracasó en sus intentos por reformar la Constitución provincial que le permitiera su reelección. También fracasó en su ambición por ser candidato presidencial; un deseo que lo llevó a intentar ‘acercamientos’ con algunos dirigentes del peronismo al que él consideraba “respetables” (¿?). Inclusive no dudó en arrogarse el pretendido papel de fiscal dentro del mismo peronista (indicando quienes eran los “buenos” y quienes los “malos”).
Esta ambición por tratar de crear una supuesta ‘tercera vía’ electoral (entre Juntos por el Cambio y el peronismo), lo llevó a que desde su gestión se armara la maniobra política –disfrazada de ‘cultural’- de las costosísimas producciones musicales con el grupo de cumbia Los Palmeras. Fue así que se presentó junto al grupo en Santa Fe, Córdoba, Rosario y la capital argentina.
El socialista Antonio Bonfatti (gobernador entre 2011-2015), y enfrentado en la interna partidaria con Lifschitz, declaró: “A veces en la vida por la formación de las disciplinas diferentes que abrazamos uno elegía un camino o el otro para construir, pero siempre el puerto era el mismo al que queríamos arribar”.
