CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (PrensaMare) Dentro de su política retrógrada, ultraderechista y de ataque a la soberanía nacional, el presidente Javier Milei lleva adelante un manifiesto ataque a la comunidad científica.
Desde que asumió, el Conicet sufre su ataque con el mantenimiento del presupuesto del 2023, con 160 despidos (a fin de enero) y sin convocar a becarios.
Ataca al organismo reconocido como la mejor institución científica de Latinoamérica.
Por ello sus trabajadores el 30 de enero volvieron a expresarse en defensa del organismo y en contra de los ataques presidenciales.
En uno de los actos –efectuado en esta capital-, el biólogo molecular Alberto Kornblihtt reiteró la defensa de la investigación en ciencia y tecnología que había presentado en el Congreso.
Luego, un plenario de científicos, emitió un documento en el que se detalla la comprometidísima situación de la ciencia y la tecnología en el país, luego de la asunción de las actuales autoridades.
Las expresiones a favor del Conicet se realizaron en Entre Ríos, La Plata, Córdoba, Bahía Blanca, Neuquén, Mendoza, Santa Fe, Rosario, Posadas y Mar del Plata, entre otras ciudades.
Recientemente se conoció la denuncia de:
· El despido de otros 50 trabajadoras y trabajadores administrativos
· La postergación de la publicación de los resultados de la convocatoria de Becas y Promociones.
La política no es solo la de desfinanciar el organismo, sino que ello signifique que los trabajadores se marchen, en clara decisión de apoyar el éxodo de científicos argentinos.
El mantener el mismo presupuesto del año pasado –ante semejante inflación de por medio- significa que no se pueda funcionar, ni pagar gastos y ni salarios a partir de mitad del 2024.
Estos nuevos despidos –que se suman a los anteriores desde que asumió Milei-, constituyen un avance de la política de destrucción del organismo, y donde:
· Ya han sido avisados otros 1.100 trabajadores contratados a los que le avisaron que sus contratos estarán vigentes solo hasta marzo
· Los administrativos son fundamentales para el funcionamiento
· El Conicet posee una planta de 11.000 investigadores, 12.000 becarios y 3.000 técnicos
· Dispone de más de 300 centros e institutos en todo el país
· Todo esa estructura –arriba mencionada- funciona con solo 2.600 administrativos (se trata de la burocracia estatal más pequeña del país).
El Conicet no puede funcionar sin el personal administrativo.
El eje del reclamo está puesto en la reincorporación inmediata del personal administrativo despedido, que ATE-Conicet considera parte de “una política de paralización, vaciamiento y desguace del Estado y del Conicet en particular, impulsado por el gobierno nacional mediante un ahogo presupuestario”.
La paralización de las becas a investigadores afecta a 1.300 internas doctorales, 300 internas de finalización de doctorado y más 800 postdoctorales.
Lo increíble está que Milei proclama imitar a los grandes países occidentales, que justamente, fortalecen sus sistemas de ciencia, invierten y triplican a Argentina en número de investigadores cada mil habitantes de población económicamente activa. Para los dirigentes de esas potencias, el poder económico está atado al dominio de la tecnología.
Sin embargo Milei y los defensores de su política son colonizados que apuestan por un país con un modelo de economía primarizada, extractivista y con entrega de soberanía. No quieren; rechazan la ciencia y tecnología.
