Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Política

CRISTINA Y SU NUEVA APUESTA (Rodolfo O. Gianfelici)

CRISTINA Y SU NUEVA APUESTA (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Días atrás, comentando la realidad de estos días argentinos tan caldeados. Tratábamos de dar a conocer que el establishment ya ‘tiene todo atado’, pensando en el 2023.

Que inclusive había hecho llegar su pensamiento a los principales actores políticos del país, buscando garantizarse sus negocios, sus escandalosas ganancias, el encolumnamiento con Washington, el rifado de la soberanía y el empobrecimiento (aún mayor) de las grandes mayorías populares.

El artículo, publicado el 1-11-2022, se tituló: “El poder envías señales” (https://www.prensamare.com.ar/noticia/01-11-2022/15466-argentina-el-poder-enva-seales-claras-rodolfo-o-gianfelici.html ).

Decíamos allí que ese poder dominante no la quiere a la vicepresidenta Cristina Fernández, “Pero también saben que es la dirigente con mayor cantidad de votos en el país”.

Agregando: “Ese poder que –aparentemente- no ‘hace política’, tiene un mayúsculo peso, y está conformado por el llamado G6 (Grupo de los Seis); y que integran ADEBA (bancos privados nacionales), Sociedad Rural Argentina, Bolsa de Comercio, Unión Industrial, la Cámara de Comercio, y la Cámara de la Construcción... Constituyen el establishment, que no quiere andar con vueltas: quieren pre-vi-si-bi-li-dad. Y ello solo la obtienen... si se hace lo que ellos exigen. Así de claro... Trascendió que –inclusive-, jugando a la alta política, estos que ‘no hacen política’, han tomado contacto con un dirigente muy cercano a la vicepresidenta Cristina Fernández, para hacerle saber que ‘no somos antikirchneristas’, y que consideran que ella debe ser fundamental para garantizar... la paz social... Algo así como hacerle llegar el mensaje a ella misma para que no se le ocurra ninguna jugada política ‘rara’, que altere esta construcción de paz social, porque entonces si, se podrían transformar en... ‘antikirchneristas’”.

Porqué recordamos ello...? Porque el día 4, Cristina hablando en un acto metalúrgico de la UOM, dio su respuesta contundente.

Porque señaló y denunció a la justicia: “Estoy resignada a que la Justicia no investigue, porque me quieren acusada, no de víctima”. Es la síntesis de lo que sucede en el país con un Poder Judicial cuestionado, desprestigiado, impresentable, injusto.

Refiriéndose al grupo que atacaba edificios públicos, a políticos del oficialismo y que atentó contra ella, afirmó que “...no eran indignados, era gente pagada. Gente pagada por empresarios que se identificaron con el anterior gobierno, con el macrismo, alguno de ellos funcionario que endeudó a la República Argentina. Lo cierto es que esos indignados que eran reproducidos por la televisión y por algunos programas como 'qué indignada que está la gente con los K, con la clase política, con los políticos', porque en definitiva hablaban de gente que, bueno, no estaban enojados con la política, recibían millones de pesos para hacer eso. A uno de ellos se le encontró 50 mil dólares en el allanamiento, así que córtenla con lo de los indignados rentados, que no va más esta mentira en la República Argentina”.

Una sentencia no solo contra la justicia, sino contra la oposición neoliberal y derechista y los medios hegemónicos de comunicación.

Recordó la situación nacional e internacional del 2019, afirmando que “debemos recuperar la alegría de los trabajadores y trabajadoras, recuperar el valor del salario”. En clara referencia a su disconformidad actual sobre dicho tema. Habló en momentos en que EEUU no puede sacar el provecho que esperaba de su guerra creada en Ucrania; cuando China reforzó su línea política interna y externa, derrotando contundentemente (en el Congreso del Partido Comunista) a los “renovadores”; con el triunfo reciente de Lula en Brasil; con el mundo aspirando a una construcción multilateral enfrentando al unilateralismo de Washington.

Cristina convocó a involucrarse, a participar y ese llamado estuvo dirigido especialmente a los trabajadores. Los mismos que observan con desconfianza a muchos de sus dirigentes, transformados en ‘gerentes’ o ‘socios’ de las patronales.

Porque el proyecto neoliberal y derechista que encarnan el PRO, la UCR y sus aliados solo se basan en el ajuste, la destrucción del Estado, el cierre de las pequeñas y medianas empresas, la libre importación y el libre juego de maniobras financieras con alto endeudamiento externo.

Pidió unidad, dentro de un sindicalismo con internas, y valoró el trabajo del Ministro de Economía Sergio Massa.

Luego tuvo una expresión que –posiblemente- ha causado más que preocupación en sectores internos y externos del peronismo: "Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo, nuestra sociedad pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente".

Ratificación en el sentido que será clave, protagonista y fundamental en el armado del Frente de Todos que en 2023 deberá competir a nivel presidencial, legislativo y en las provincias.

Planteó la necesidad de profundizar el compromiso con la política, para reconstruir "el modelo de organización política del país". Sostuvo que "las diferencias políticas no se resuelven con violencia".

Inclusive recordó la necesidad de contar con un Estado presente, particularmente en esta desigual lucha contra los poderes económicos que generan inflación: "Estamos ante mercados absolutamente concentrados, con cadenas en las que hacen valer su poder en la distribución del ingreso y en esto es el Gobierno el que tiene que terciar en la distribución del ingreso como lo hacíamos durante nuestros gobiernos".

Recordó su decisión de organizar el Frente de Todos para ganar en el 2019 –pero sin mencionar a Alberto Fernández-: "No me arrepiento porque realmente pudimos lograr que no era votar en contra de alguien sino en contra de deterinadas políticas". Y ‘se acordó’ de ciertos movimientos sociales, que entre 2015 y 2019 anduvieron del brazo con el macrismo gobernante, y diciendo que “Cristina es el pasado”: “Algunos movimientos sociales, los más importantes, no veían tan mal las ayudas que recibían (durante el gobierno de Cambiemos) y en la CGT no estaban tan decididos a enfrentar”.

Reclamó que "los trabajadores vuelvan a participar en la política, pero no solo en reclamo sindical, sino en el modelo de organización política del país... en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente".

Al acto de la UOM en Pilar, asistieron como invitados un sector de la conducción de CGT (Pablo Moyano, Omar Plaini, Mario Manrique, el bancario Sergio Palazzo y Víctor Santa María); Daniel Catalano de ATE Capital, Pablo Biró, la judicial Vanesa Siley, y el titular de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky, entre otros.

También el gobernador Axel Kicillof, (los intendentes) Mayra Mendoza, Mario Secco y Fernando Espinoza; (los diputados) Carlos Heller y Eduardo Valdés; el Ministro de Defensa Jorge Taiana; el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena; el titular de la AFIP, Carlos Castagnetto y Martín Sabbatella. Los ministros bonaerenses Andrés Larroque, Cristina Alvarez Rodríguez y Estela Díaz. Y Oscar Parrilli, Julián Domínguez, Amado Boudou, Juliana Di Tullio, la santafesina María de los Ángeles Sacnun y Mariano Recalde.

Cristina habló y dejó temas para conversar (y preocupar, a algunos).