DAMASCO-SIRIA  (PrensaMare)  Una base militar estadounidense ubicada cerca de un importante campo petrolero en el este de Siria fue atacada.

El hecho ocurrió al día siguiente que el Gobierno de Joseph Biden dispusiera ataques aéreos en Siria e Irak, contra lo que califican es una milicia proiraní.

Ante el ataque los invasores apelaron al lanzamiento de misiles. Al momento de informar sobre su autorización para los ataques, Biden dijo: “Dirigí los ataques aéreos de anoche contra sitios utilizados por milicias proiraníes, responsables de los recientes ataques contra el personal estadounidense en Irak. Tengo la autoridad para hacerlo en virtud del artículo II, e incluso aquellos en el Congreso reacios a admitirlo han reconocido que así es”.

Lo que no reconoce Biden –y lo presenta como un hecho natural- es que su país se encuentra en otro continente, a miles de kilómetros de sus fronteras, y llevando adelante una acción invasora. Cada vez suman más críticas a los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos.

El primer ministro iraquí condenó el ataque afirmando que es una “violación flagrante e inaceptable de la soberanía y la seguridad nacional iraquíes”.