CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Al final el tan reclamado despido que sectores del peronismo le reclamaban al presidente, se produjo. Fue echado el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, un hombre de su máxima confianza y del ministro de Economía, Martín Guzmán.

Lo reemplaza Daniel Scioli, hasta ahora embajador en Brasil.

El cuestionamiento interno a Kulfas no es un tema nuevo. Inmediatamente que se conoció su designación –en 2019-, ello no cayó bien entre muchos peronistas. Se trataba de una persona que había sido un duro crítico de la gestión de la presidenta Cristina Fernandez, en su momento.

Pero como el mandatario tenía total libertad para elegir sus colaboradores, ni Cristina, ni desde diferentes sectores peronistas –en ese momento- criticaron en forma pública su designación.

El tema fue que Kulfas –desde el mismo momento de su asunción-, consideró que tenía poder propio, y no dudó en lanzar un periódico ataque disimulado contra la vicepresidenta.

Finalmente, Fernández le terminó pidiendo la renuncia, pero con una traso de más de... 2 años. Esta vez porque trascendió que Kulfas habría elaborado una ‘información’ que llegó a los medios. En dicho texto acusa a funcionarios relacionados con la vicepresidenta, de haber "armado a la medida de (la empresa) Techint" la licitación para la provisión de suministros para el gasoducto Néstor Kirchner. O sea: estaba denunciando un hecho de corrupción.

Era necesario que el gobierno afrontara este tipo de colisiones internas desde la asunción en 2019 hasta el presente, designando y manteniendo a un funcionario que causaba tanta reacción y rechazo...?

Habrá que presuntárselo al presidente; posiblemente él tenga sus razones.

Mientras tanto, el propio Fernández expresó en una red social: "Es éticamente reprochable hablar en off en desmedro de otro. No avalo esos procederes y comparto el malestar expresado por Cristina Kirchner"...