Sab. 18. May 2024, Santa Fe - Argentina
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LA RECESIÓN DE ALEMANIA

LA RECESIÓN DE ALEMANIA

MILANO-ITALIA (Especial para PrensaMare)  Pese a que los medios no lo citan, Alemania se encuentra en recesión. El ‘motor’ de la economía europea se encuentra en “reversa”; marcha hacia atrás.

Lo que había sido un riesgo finalmente se confirmó a través de las estadísticas publicadas recientemente: Alemania está en recesión (pese a que la prensa occidental busca disimularlo).

En los últimos meses, la industria alemana demuestra una negatividad que le impide que su productividad recupere niveles óptimos. Ello repercute en el estado de toda la esfera económica del país europeo y salpica a toda la Unión Europea. Ocurre que Alemania es el motor industrial de ese bloque.

Ello sucede en medio que algunas áreas muestran signos postivos, como el sector de servicios y el nivel de empleo.

Lo cierto es que la primera economía de la eurozona marcha en un sentido preocupante. Lo demuestran los datos entregados por la Oficina Federal de Estadística. La contracción ha sido del 0,3% entre enero y marzo.

Si el análisis se amplia y se toman los últimos 6 meses analizados (octubre, noviembre y diciembre de 2022, y enero, febrero y marzo de 2023), la caída fue del 0,5%. Ello significa que Alemania tiene los últimos 2 trimestres consecutivos analizados, en contracción. Ello demuestra que el Estado técnicamente sufre recesión.

Esta situación es consecuencia de un Estados Unidos y una Unión Europea que pretendiendo perjudicar a la economía de Rusia, han terminado por llevar a los países europeos a pagar un precio sorprendentemente alto.

La clase dirigencia europea ha mostrado incapacidad y dependencia ante EEUU, y ello hizo que llevaran a sus países europeos a una crisis energética debido a las restricciones contra los combustibles rusos.

Esa posibilidad había sido advertida por el ruso Vladimir Putin, pero los líderes europeos no supieron entender lo que ocurre en sus propias narices. La crisis militar creada por Washington en Ucrania ha significado un duro golpe a toda la economía mundial; pero los europeos se consideraban exceptuados de esa posibilidad. Hoy solo asisten –sin poder generar respuestas satisfactorias- a que sus habitantes vean perjudicados sus sistemas de vida.

La agresión occidental con una andanada de sanciones sin precedentes contra Rusia apostó por hacer ‘estallar’ a a corto plazo a la economía rusa. El rublo no se cayó; la inflación destructiva no existió; el comercio ruso creció dirigiéndose hacia otros mercados internacionales. Inclusive algunos países europeos se han visto en la necesidad de seguir comprando petróleo ruso a través de otros países intermediarios, debiendo pagar un precio más elevado.

Además, EEUU se ha convertido en nuevo proveedor de energía a los europeos, a un precio más elevado del que le pagaban antes a Rusia.

Y como si todo ello fuera poco, en su momento Joseph Biden amenazó al canciller alemán (cuando éste lo visitó en Washington) con duras medidas, en caso que Alemania siguiera abasteciéndose petróleo y gas rusos.

No llamativamente, tras esa amenaza se produjeron las explosiones que destruyeron los gasoductos de Nord Stream.

Hoy la economía alemana está pagando los costos...