BARCELONA-ESPAÑA (PrensaMare)  El presidente español intenta ponerle un freno a su caída de imagen y a tratar de frenar el desgaste de su gobierno, convocando a elecciones anticipadas para el 23 de julio.

El líder socialista tomó esta decisión asumiendo el papel de debilidad política luego de la derrota sufrida en las elecciones municipales y regionales. La derecha creció y la centroizquierda sigue en pendiente.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez, tuvo esta reacción política en medio de la dura derrota del pasado domingo en las elecciones regionales y municipales. Sánchez anunció la disolución del Congreso y la convocatoria de elecciones, adelantando en 5 meses el calendario previsto.

De esta forma reconoce que él es el principal responsable de este resultado. Referenció a la necesidad que la Presidencia de la Unión Europea (que España asumirá por turno en el segundo semestre de este año), se desarrolle en un marco de estabilidad institucional.

Se viene una campaña electoral polarizada, con el bloque de derechas crecido y la izquierda seriamente golpeada.

Sánchez renuncia a 6 meses de gestión y se obliga a ir a las urnas en un momento en el que su partido (y aliados), están a la baja.

Qué se puede esperar...? Comencemos por reconocer que con esta decisión Sánchez reconoce sus limitaciones e incapacidad para frenar esta pendiente de su gestión y espacio político. Busca detener su desgaste, tratando de retener lo que le queda de credibilidad (y votos). Esta movida ha logrado cambiar la agenda política española; los ciudadanos (y los medios en general) hablaban de las venideras anticipadas elecciones, y casi nada de la derrota oficialista en los municipios.

Lo cual –en parte- le ha quitado parte de los festejos a la derecha encabezada por el Partido Popular (PP)...

También es bueno tener en consideración que el Partido Socialista Obrero Español perdió en plazas claves como la Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón. Inclusive los presidentes perdidosos se quejaron por las alianzas parlamentarias (efectuadas por Sánchez para poder contar con votos que le permitieran aprobar su agenda de reformas).

También está a la vista que este Gobierno de coalición con Podemos, está a la deriva. Cada sector (PSOE, Podemos, Izquierda Unida, Más País...) tiene su tironeo, sin percatarse que ello los va hundiendo mientras la derecha crece. Donde se destaca un retroceso importante de Podemos (según las últimas elecciones).

Respecto a la triunfante derecha, puede observarse que el PP deberá realizar acuerdos con los ultras de Vox. Pero ello no significará que los populares se ‘asusten’ de sus nuevos socios, y le resten votos. Más bien intentarán justificar esta alianza con los ultraderechistas, imaginando un futuro mejor.

Lo que se puede esperar es que los españoles continúen con su derechización, pensando que de esa forma mejorarán su disimulada crisis y retrocesos.