CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (Especial para PrensaMare)  Cuando solemos escuchar que se habla de un cantante estadounidense, muchos sentimos una suerte de cosquilleo, porque –lamentablemente para ellos- han nacido en el país más dañino de la historia de la humanidad.

Y –debemos reconocerlo también- comenzamos por “meter a todos en la misma bolsa”, cuando, con el paso del tiempo, vamos haciendo separaciones, reconocimientos y condenas, para unos y otros.

Hoy nos vamos a referir al gran Tony Bennett que se nos fue días atrás. Un interprete excepcional (y diferente).

Para mí, Tony Bennett es el mejor cantante estadounidense. Los intereses comerciales (y políticos) lo posicionaron en forma relegada a Frank Sinatra; sin embargo este último lo reconocía y valoraba a Bennett como ‘lo máximo’ en la canción.

Por ello Bennett en algún momento se lamentó (en broma) por haber sido contemporáneo de Sinatra.

Lo cierto que ese descendiente de italianos, llamado Anthony Dominick Benedetto era un gran cantante. Mucho más de lo que la prensa estadounidense e internacional lo consideró. Posiblemente por esos intereses de los que hablamos antes...

Mientras Sinatra fue una persona ligadísima a la mafia, de Bennet poco se sabe. Apenas un comentario –y escasas pruebas- que lo habrían llevado a conectarse con ella en la década de 1950 (inicios de su carrera) para poder acceder a ser contratado por los night-clubs de la Nueva York.

Pero que a partir de ganarse un lugar en la predilección de oyentes, se supo ‘despegar’ rápidamente de ella (todo lo contrario de su amigo Sinatra). Inclusive una de las “pruebas” de esa relación de Bennett con la maffia, afirmó que él en su momento la “indeminizó” (con más de medio millón de dólares) para poder liberarse (y no tener ‘deudas’ ni problemas con ella).

La biografía escrita por Evanier no fue del agrado de la familia de Bennett, que habló de "inexactitudes". El autor alegó haber hablado con más de 60 fuentes.

En 1961 Sinatra apoyó la lucha por los derechos civiles y dio –respaldando a Martin Luther King-, en un concierto en el Carnegie Hall. Eran tiempos difíciles para los negros donde la segregación racial era fortísima.

Otros artistas que también colaboraron con esa lucha pacífica fueron Dean Martin y Sammy Davis Jr.; y por supuesto Bennett.

El 7 de marzo de 1965, cuando King marchó desde Selma (Alabama) a Montgomery, para protestar por el segregacionismo se produjo una violenta represión; al intentar una segunda marcha, el 9 de marzo, fue asesinado James Reeb. Finalmente, King cruzo el puente de Selma el 24 de marzo y habló en un discurso memorable ante una multitud frente al Parlamento local. Harry Belafonte invitó a Bennett, y él allí estuvo.

Bennett experimento (al igual que Sinatra) en los duetos. Grabó con Paul McCartney, Barbra Streisand, Diana Krall, Billy Joel y Elton John, entre otros.

Años más tarde lo hizo con Alejandro Sanz, Lady Gaga, Andrea Bocelli, Mariah Carey y Amy Winehouse.

Sinatra y Bennett tuvieron algunos puntos de coincidencia, pero en el balance general, tenían diferencias que ellos mismos jamás intentaron demostrar.