ESTRASBURGO-FRANCIA  (PrensaMare)  El martes 1° de marzo a pedido del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el Europarlamento ha aprobado el ingreso de dicho país al bloque. Demostrando que –en definitiva, más allá de los partidos y países que representan- todos los legisladores actúan igual, la votación fue de: 637 votos a favor, 13 en contra y 36 abstenciones.

“No miraremos a otro lado. Estamos ante una amenaza existencial de la Europa que conocemos”, expuso la primera oradora, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola. A lo que se sumó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Proteger nuestra libertad tiene precio. Vamos a pagarlo porque la libertad no tiene precio... Nadie puede poner en pie de igualdad al agredido que al agresor. Y nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no esté a nuestro lado”.

Zelenski firmó el lunes la solicitud de esa candidatura. El mandatario busca consumar la integración en la UE mediante un procedimiento acelerado de adhesión. Ocho países de Europa central y del Este (con Polonia a la cabeza), secundaron la petición y abogan por reconocer de inmediato la candidatura de Ucrania. Un estatus que colocaría al país en la antesala de la entrada y le facilitaría el acceso a cuantiosos fondos europeos para impulsar la convergencia política y económica.

La experiencia de Turquía (con su candidatura estancada desde hace más de una década), y el lento avance de los candidatos como Serbia y Montenegro, demuestra cómo la UE ‘atiende’ a sus potenciales asociados, según los intereses de la geopolítica de Washington.

Debe tener en cuenta...

Que Ucrania está lejos de cumplir los llamados criterios de Copenhague, que fijan los baremos políticos (democracia estable y Estado de derecho), económicos (una economía viable y competitiva) y legales (capacidad de asumir el acervo normativo de la UE) que deben cumplirse para iniciar la negociación previa al ingreso.