MILANO-ITALIA  (PrensaMare)  Al final los máximos exponentes políticos de Rusia y China decidieron no asistir a la Cumbre del G-20. Estarán vía videoconferencia.

Una clara forma de enviar un mensaje al resto de los integrantes del grupo, y al mundo en general. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par de China, Xi Jinping, no participarán el 30 y 31 de octubre del encuentro en Roma.

Ambos han sostenido que su ausencia se debe a los efectos de una pandemia que no desaparece y donde es casi seguro que no habrá un acuerdo en un contexto internacional de creciente confrontación impuesto por las potencias occidentales con esos dos países.

Este encuentro del G-20 se realizará justo antes de la conferencia sobre cambio climático COP26 de la ONU (a efectuarse en la escicesa Glasgow); en este encuentro, la posición que adopten los integrantes del G-20 será de importancia clave.

Putin y Xi ‘asistirán’, via videoconferencia. Es bueno tener presente que ambos líderes no han tomado parte la semana anterior de una cumbre extraordinaria virtual del G-20 (para analizar la situación de Afganistán y convocada por el italiano Mario Draghi).

Respecto a la ausencia anterior de Rusia y China, en junio cuando se efectuó la cumbre de cancilleres del G-20, en la italiana Matera, fue un hecho llamativo.

Entonces, China estuvo presente con el ministro de Exteriores, Wang Yi, a través de videoconferencia. A su vez Rusia envió al viceministro de exteriores; situación que fue cuestionada por los restantes cancilles asistentes. Resultó evidente que la no presencia del canciller chino y la del canciller ruso, tuvo por objetivo no avanzar absolutamente en nada serio en dicho encuentro.

La nueva ausencia (ya confirmada) en la Cumbre G-20 no permitirá que occidente pueda avanzar en ningún avance global de importancia. Esta situación es concordante con la ofensiva de las potencias occidentales contra ambas naciones en los últimos años, pero a la vez con el estrecho vínculo que continúan tejiendo desde Beijing y Moscú (en una clara alianza estratégica).

Para Rusia, China es el mayor socio comercial y económico. Inclusive Putin ha declarado que "Rusia y China siempre pueden sentarse a la mesa de negociaciones y encontrar soluciones mutuas". Este acercamiento y consolidación de acciones conjuntas, han sido la respuesta que Rusia le ha dado a EEUU y Europa ante el golpe de Estado de Ucrania y su política anti-rusa. Y también la respuesta de China a la ofensiva que desde Wshington lideran en su contra.

Por ello no ha llamado la atención que a nivel diplomático, ambos países se han apoyado en el Consejo de Seguridad de la ONU, y con ello frenar el accionar unilateral de EEUU.

En el último año, la pandemia y la oferta de vacunas de China y de Rusia al mundo hizo abroquelar a occidente, que con el nuevo liderazgo de Joseph Biden, lejos de buscar bajar las tensiones, se ha encargado de alentarlas.