SANTIAGO-CHILE (por Rómulo Pardo Silva) En Chile se conmemora el bombardeo empresarial militar del 11 de septiembre.
Los sectores golpistas civiles chilenos han puesto como tema la revisión crítica de un gobierno a lo largo de 1000 días.
El actual gobierno de Gabriel Boric y políticos reformistas siguiendo esa pauta hacen llamados a un nunca más y a consensuar un futuro para todos.
Recordar el 11 de septiembre de hace 50 años es volver a pensar la destrucción del gobierno de la Unidad Popular y el presidente Salvador Allende que hacía un proceso al socialismo.
El gobierno de Allende fue de relaciones internacionales nuevas, impulso a la cultura popular, construcción de viviendas, nacionalización y socialización de empresas, inflación, escasez, leche para los niños… pero el 11 de septiembre no se cumplirán 50 años de esos hechos sino del día en que un plan interno y externo de violencia se hizo del poder.
Fue un ataque que se ejecutó sin pausa durante más de tres años hasta el 11 de septiembre y después una violencia planificada que duró formalmente 16 años más.
Antes de ganar la Unidad Popular la elección de 1970 en Estados Unidos en diciembre de 1969 reunidos cuatro militares chilenos con tres generales estadounidenses, se les preguntó qué haría el ejército de Chile si ganaba Allende. Uno respondió nos tomaremos el palacio de gobierno aunque haya que incendiarlo.
Inmediatamente que Allende logró la primera mayoría en las urnas empresarios y militares junto con el presidente de Estados Unidos acordaron derrocar un gobierno de la Unidad Popular.
La CIA estadounidense se puso en contacto con militares y civiles en Chile para dar un golpe de estado eliminando al general en jefe del ejército. Entregó armas, dinero y dio garantías de seguridad para los jefes que iban a ejecutarlo.
La operación dio muerte al militar.
Ratificado Allende por el congreso durante su gobierno se organizó y financió grupos de civiles armados.
Uno de la CIA asesinó al edecán naval del presidente.
El 11 de septiembre se bombardeó la residencia presidencial y el palacio de gobierno donde estaba el presidente que enfrentó con armas a las tropas golpistas. Allende resultó muerto.
A partir de ese momento el gobierno militar empresarial comenzó un plan sistemático de ejecuciones, desapariciones, torturas, encarcelamientos de prisioneros, extrañamientos, de miles de militantes de la Unidad Popular y de izquierda.
Fuera del país se asesinó al exgeneral en jefe del ejército en Argentina y a un exministro de la Unidad Popular en Estados Unidos.
En Roma se disparó contra un exministro democratacristiano.
La fecha 11 de septiembre corresponde al inicio hace 50 años de un asesinato político colectivo planificado.
La oligarquía puede hablar de lo que quiera.
