Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
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RESPONDIENDO A LA MANIOBRA INTERNACIONAL Y RACISMO EN ARGENTINA (Rodolfo O. Gianfelici)

RESPONDIENDO A LA MANIOBRA INTERNACIONAL Y RACISMO EN ARGENTINA (Rodolfo O. Gianfelici)

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SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  La mitad del mes de junio de 2022 encontró al país con una noticia que –no por inesperada-, mostró el bagaje que usan la derecha, el neoliberalismo y los racistas autóctonos, para mostrar lo que son.

Los medios hegemónicos y los exponentes de lo peor de la clase política, inventaron un problema que –vaya casualidad- se entronca con las maniobras clásicas de la CIA y el Mossad.

Los argentinos se enteraron que un avión estaba retenido; que intervenía la justicia; que estaría relacionados con terroristas; que hacía un transporte sospechoso; que había estado en la zona de ‘la triple frontera’; que dicha presencia se relacionaba con la protesta de Argentina en la reciente (fracasada) Cumbre de las Américas, por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela...

Rápidamente intervino la justicia; aparecieron los anticipos de presentaciones en el Congreso; las imágenes televisivas mostraban al avión en cuestión; los opinatodo expresaban las más delirantes elucubraciones.

Las horas fueron pasando y se pudo constatar que se estaba ante una nueva maniobra política, sin sustento alguno, pero que respondía a los (mezquinos) intereses de la derecha/neoliberalismo local y a las ambiciones (de dominación) de agencias de inteligencia de potencias (continental y extracontinental).

Se trata de un montaje tan torpe, burdo y de tal chatura intelectual que no debería perderse el tiempo en su tratamiento. Pero ante el accionar goebbesliano de los medios hegemónicos y de la comparsa política que los acompaña, es bueno salir a plantarse y exponer cómo son los hechos:

  • El avión de Emtrasur (de matrícula venezolana) realizó un vuelo autorizado, programado y monitoreado. Jamás existió ocultamiento alguno. Por lo que no existe fundamento alguno para sospechar de él.
  • La nave cargó en México, se dirigió a Venezuela, y desde el Aeropuerto de Miaquetía (cerca de Caracas) se dirigió a Argentina. Con su correspondiente guía de la carga y ruta autorizada.
  • Descendió en la ciudad de Córdoba por temas climáticos; luego despegó y bajó en Ezeiza.
  • La carga que contenía era de autopartes entregada por la multinacional Faurecia, que es proveedora de Volkswagen (trasladando 79 bultos). En otro vuelo similar dicha empresa -al día siguiente-, envió otros 45 bultos.
  • El avión aterrizó en Ezeiza el 6 de junio. El día 8 pidió autorización para cargar combustible en Uruguay (en Argentina no le vendían). Cuando pretendía aterrizar en Montevideo, se le informó que carecía de “autorización para sobrevolar Uruguay” (¿?). Ante ello, decidieron regresar a Ezeiza.
  • En Argentina, las multinacionales no le vendieron combustible para evitar un ‘conflicto’ con EEUU (¿?). Desde la nacional YPF tampoco le vendieron aduciendo que Emtrasur no tiene sede en Argentina (¿?).
  • Una vez en Argentina, el avión fue controlado por la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea), por Aduana, la ANAC (Agencia Nacional de Aviación Civil), y la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal. No solo fueron controles y revisiones personales, sino que se utilizaron perros y escaneres. Ninguno de los intervinientes advirtió anormalidad (o sospecha) alguna.
  • El avión siempre estuvo bajo control satelital. Nunca se apagó el trasponder (sistema que permite a las torres de control localizar una aeronave). Cómo se va a ‘esconder’ una vión Jumbo, que solo puede aterrizar en pocos aeropuertos (y nunca en una pista usada por contrabandistas menores). El sistema ADS-B –satelital-, jamás halló sospecha o ‘error’ alguno.
  • Agustín Rossi, titular de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia), declaró que no existen irregularidades entre los tripulantes venezolanos e iraníes. Que no existen pedidos de captura ni "alertas rojas" sobre los tripulantes del avión; y que las inspecciones realizadas no hallaron irregularidades.
  • También sostuvo Rossi que "Es una vergüenza lo que está haciendo la oposición con este tema. Están jugando con la sensibilidad del Pueblo por los atentados a la AMIA y a la DAIA. Los opositores no deben exacerbar una situación que no existe". Agregando que "Estados Unidos desde hace tiempo tiene un apercibimiento sobre la empresa del avión. Es una calificación política contra el Gobierno de Venezuela. Esta calificación responde a la capacidad de bloqueo y sanción de Estados Unidos contra Venezuela. Pero en ningún momento aparece la palabra terrorismo en esta calificación. Es una situación política".
  • Pese a la ‘denuncia’ mediática y a la información que se instaló, el avión no pasó por Ciudad del Este (‘triple frontera’), antes de llegar a Argentina.
  • El avión hizo un vuelo a Paraguay, pasando por Ciudad del Este, el 13 de mayo de 2022. Allí fue cargado con cigarrillos producidos en instalaciones del expresidente paraguayo Horacio Cartés (amigo personal de Mauricio Macri).
  • Ninguno de los que viajaban en el avión es requerido por la justicia de Argentina o por Interpol. Nadie era sospechoso de nada en la tripulación.
  • La tripulación –según información de Migraciones de Argentina-, la integraban venezolanos (14) e iraníes (5). Ninguno con problema como para ingresar al país.
  • Tampoco resulta sospechoso que un avión –de estas características- posea una tripulación de 19 personas. Porque se trata de un avión de carga de una empresa pequeña. Por lo que cada avión debe contar con personal necesario y en condiciones para atender los recorridos que le vayan indicando constantemente. Necesita tripulación de recambio.
  • Los 19 tripulantes poseen licencia aeronáutica: capitanes (3), primeros oficiales (3), ingenieros (3), load-master (jefe de cargas, 1), mecánicos (3) y extratripulantes (5). Estos últimos se encargan de numerosas y variadas tareas.

Frente a todo lo expuesto, cabe preguntarse: De qué se los acusa a los venezolanos y a los iraníes...? De nada. Simplemente se sospecha (¿?) de ellos por su nacionalidad; o mejor dicho por no ser venezolanos e iraníes que respondan a los intereses de la CIA y el Mossad... Tanto es así que el venezolano Juan Guaidó es un buen venezolano, al igual que la organización terrorista iraní MKO, para Washington...

La maniobra es simplemente política, buscando sus protagonistas demonizar a venezolanos e iraníes; sostener que el gobierno argentino defiende, protege o se alía “con terroristas”; generar miedo en la sociedad; debilitar local e internacionalmente al gobierno; judicializar e internacionalizar un simple viaje comercial (con autopartes); instalar un discurso de paz, arrastrando al gobierno a tener que actuar defensivamente y desmintiendo (corriendo detrás de inventos político-periodísticos); reforzar el discurso estadounidense en el sentido que todo lo venezolano e iraní es sospechoso de terrorismo...

Los argentinos ya estamos acostumbrados a este tipo de maniobras.

Acaso la CIA y el Mossad no responsabilizaron a Irán del atentado a la AMIA...? Acaso no se dijo que el suicidado fiscal Natalio Nisman, no había sido asesinado por un “comando iraní”...?

En medio de la maraña de mentiras, es bueno salir a responder con verdades.