Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

EEUU Y EL FRACASO NEOLIBERAL (Rodolfo O. Gianfelici)

EEUU Y EL FRACASO NEOLIBERAL (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  El poder comunicacional, cultural, económico-financiero y militar de EEUU le permitió crear una verdadera ilusión mundial. Que eran los únicos y exclusivos líderes del triunfante internacionalismo liberal.

El mismo -tras finalizar la llamada ‘guerra fría’-, se convirtió en el sinónimo, en la identidad de la política exterior de Washington. Instalándose inmediatamente una ofensiva cultural y mediática para hacer creer “el fin de la historia” (¿?) y el triunfo definitivo, total, contundente e histórico del liberalismo (conducido por EEUU).

La gravedad histórica de ello ha sido que miles y miles de dirigentes (de todos los espacios) de países dependientes, empobrecidos, pobres y colonizados, ‘compraron’ ese discurso y lo replicaron en sus propios países con una alegre irresponsabilidad.

Pero, lejos de lo imaginado a perpetuidad por las dirigencias estadounidenses, el paso de las décadas ha dejado en evidencia que esa ‘universalización’ del modelo de EEUU, va camino al fracaso.

Ese discurso pacífico del triunfo eterno fue acompañado a principios de la década de 1990, con la agresividad impedial en la guerra del Golfo, que se alimentó (además) por el colapso y desaparición de la Unión Soviética.

Ello llevó a que muchos compraran dicho discurso y festejaron anticipadamente que se establecía un orden mundial conducido pura y exclusivamente desde Washington.

Pero el paso de los años dejó al descubierto que ese ‘paraiso’ capitalista fue acumulando más pobres, más crisis, más guerras, más miseria y más desigualdades. Y que a la par de ello se agigantaba el nacismo, el fascismo y las experiencias y discursos ultraderechistas, alejando cada vez más al mundo de cualquier mejora.

Está claro que el “internacionalismo neoliberal” anglosajón empeora a la humanidad.

Se asiste a un fracaso, tanto a nivel teórico (sustentado en las mentiras) como en la práctica (sustentado en cada vez más desigualdades y explotaciones).

Ese mundo prometido por el poder imperial, ligado o atado discursivamente a la “democracia” y “defensa de los valores occidentales”, no existe ni existirá jamás. Porque ello solo ha sido una gran mentira para expandir el control imperial a todos los rincones del mundo, donde los únicos beneficiados eran los intereses geopolíticos, económicos-financieros y militares liderados por EEUU.

Las famosas “libertad”, “democracia” y “paz” que vendía el poder anglosajón en sus discursos no han llegado a los países periféricos. Inclusive las propias potencias (EEUU, Europa, Australia, Japón, Israel, Canadá...) están sufriendo las mismas consecuencias (con sus propios “tercer mundo”) dentro de sus fronteras.

El poder anglosajón hizo creer que defendiendo su ideología de democracias liberales se construirían sociedades basadas en la libertad y la prosperidad.

Inclusive hizo creer que eran tan buenos que propiciaban (imponían) tales democracias, para beneficiar a los países obligados. Así, de manera agresiva logró imponer el internacionalismo liberal que actualmente azota almundo.

Para lograr sus cometidos no dudaron en apelar a todos los medios legales e ilegales; inclusive el terrorismo. Así, el libre comercio, basado en la “libertad de mercado” se encargaría de generar las condiciones económicas para el progreso.

Luego, Washington avanzó con la proclama de la globalización para “eliminar distancias” y “eliminar fronteras”, acercando a todos entre todos, porque ello otorgaría beneficios para laspersonas y las naciones.

El presente se encarga de demostrar que todo ha sido una gran mentira. Con naciones-potencia, y con cientos de países-colonias en los más variados estados de empobrecimiento.

Donde ni siquiera EEUU es capaz de poder garantizar su propia seguridad económica al ser derrotado comercialmente por China

Donde la “libertad de mercado” es arrollada con acciones comerciales y hasta llegado el caso, militares. Allí están los castigos comerciales, las sanciones contra Irán, Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Rusia, China... Inclusive con los complementos violentos de actos organizados por el Pentágono, como han debido (y deben) soportar esos países, que ha incluido en los últimos tiempos el atentado terrorista al gasoducto Nord Stream para impedir la llegada energética desde Rusia a Alemania y otros países de Europa.

Washington, soportando los problemas actuales e imaginando los problemas a futuro, no ha dudado en ir programando acciones que le permitieran un re-diseño geopolítico. De allí las intervenciones en Yugoslavia, Kosovo, Siria, Sudan, Afganistán, Pakistán, Perú, Paraguay, Brasil, Libia, Irán, Irak, Armenia, Ucrania...

Intervenciones que solo se sustentan en la defensa actual y/o futura de sus propios intereses, basados en un mundo unilateral.

Todo este entramado ha sido acompañadopor una política de ‘demonización’ de la intervención estatal en todos aquellos países en que se pone en duda o afectan los intereses imperiales.

Así, EEUU con el acompañamiento servil de la Unión Europea está a la cabeza de defender –con las más variadas excusas- los intereses propios, para lo cual se endiosan los intereses individuales, relegando, subordinando, los intereses colectivos.

De esta forma, Washington, en defensa de sus “valores” desprecia y somete a países, pueblos, historias, culturas, políticas, tradiciones y religiones. Una ‘rara’ libertad que para existir debe derrotar la pluralidad existente en el mundo.

Frente a esta política totalitaria a nivel mundial, cada vez son más las voces que se levantan, organizan y plantan, dandolugar a otros espacios multilaterales. Suena paradójico, pero cuando mayor es el poder militar estadounidense, mayor es la cantidad de sus desafiantes.

La emergente Rusia, la imparable China y los espacios comunes de diferentes naciones le han puesto punto final al unilateralismo. Ya está en contrucción un mundo con varios protagonistas. El retroceso estadounidense ya está en marcha y solo es cuestión de tiempo, en cuanto a su derrota.

Mayorías de cada vez más países rechazan el imperialismo, el colonialismo, el neoliberalismo como forma de sometimiento.

El internacionalismo neoliberal está en cuestionamiento; y sus principales impulsores y defensores carecen de respuestas. El mundo que imaginaron ya no es posible. Solo se asiste a sus propios coletazos.