Mar. 19. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
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ARGENTINA: ABEMUS ACUERDUM... (Rodolfo O. Gianfelici)

ARGENTINA: ABEMUS ACUERDUM... (Rodolfo O. Gianfelici)

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SANTA FE-ARGENTINA  (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Finalmente el acuerdo con el FMI logró la aprobación mayoritaria en la Cámara de Diputados.
 
De esta forma, el gobierno peronista- acorralado- termina por iniciar un sinuoso camino de “normalización” y “previsibilidad” de lo... anormal e imprevisible.
 
Porque –para ser sinceros-, nadie puede imaginar con algo de certeza, credibilidad y realidad cómo puede terminar este acuerdo.
 
El presidente Alberto Fernández recibió un país en virtual default; paralizado; empobrecido; dolarizado; en constante achicamiento; con balanza comercial negativa; con una hiper-deuda ante el (reinstalado en el país) FMI; con vencimientos para 2022 y 2023 imposibles de cumplir. Como si fuera poco... apareció la pandemia
 
Fue así que –sin alternativa alguna- (suponiendo que no la hubiera querido) debió negociar con acreedores privados, y luego con el FMI. Al final, tanto él como sus más confiados colaboradores coincidieron en que se buscaría aceptar “el mal menor” (en cuanto a un acuerdo).
 
Así lo hizo. Por lo menos es lo que dice y seguramente él, sus aliados y el albertismo (entorno presidencial), así lo entienden.
 
Desde adentro del frente gobernante (Frente de Todos) han cuestionado la forma en que se negoció, y el resultado final. Tal como se esperaba, a la hora de votarse en Diputados, la oposición neoliberal y derechista dio su apoyo (más allá de discursos para la tribuna y su clásico oportunismo político). No se hicieron responsables de haber sido quienes maltrataron la Nación (2015-2019) y del hiper-endeudamiento, pero al final dieron su voto.
 
Era entendible: luego que Fernández anunciara sobre el acuerdo, las cámaras empresariales, el poder financiero, las multinacionales, el polo agroexportador, y los medios hegemónicos (junto a a la embajada de EEUU) avalaron el mismo en forma pública (y privada).
 
Por lo cual, era lógico que quienes representan y defienden política, jurídica y legislativamente dichos poderes, cumplieran con su papel de... ‘levantamanos’.
 
Así, el Acuerdo del gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio su primer paso hacia su cumplimiento.
 
Entre quienes se han opuesto a este acuerdo están los negacionistas de la (supuesta) ultraizquierda, que sin entender la realidad del mundo, la situación de debilidad de Argentina, y las relaciones de fuerza dentro de la sociedad, llamaban al rechazo total y a caer (lógicamente) en default.
 
Posición clásica de la ultraizquierda que no puede ofrecer su protagonismo político en ningún triunfo popular del mundo (¡). Pero que a la hora de oponerse muestra su máxima irresponsabilidad; total: no son gobierno...
 
La otra oposición surgió del Frente de Todos, con los sectores alineados o identificados con Cristina Fernández (vicepresidenta) y con Máximo Kirchner (hasta hace semanas, titular del bloque de diputados de dicho frente).
 
En este sector entienden que el acuerdo era ineludible; pero rechazaron las condiciones en que se negoció y en el resultado final.
 
Igualmente, para los poderes dominantes esta oposición ha sido algo ‘testimonial’, porque al final de cuentas, la cantidad de votos que sumaban (para oponerse) solo quedó para la anécdota.
 
Pero hubo otro hecho que no ha salido en los medios y que el grueso de la sociedad no conoce (y posiblemente no conozca y/o le interese). Es que para alcanzar los votos necesarios para la aprobación, el gobierno terminó por aceptar varias exigencias de la oposición neoliberal y derechista.
 
Tanto es así que todo se redujo a un breve texto del proyecto; que el Poder Ejecutivo dispondrá de una autorización general; que no se citen los detalles de lo acordado con el FMI; que el Congreso ‘aprueba’, pero sin asumir ningún compromiso.
 
Lo que significa que ‘lo que pase de ahora en más’ (tras la aprobación del Poder Legislativo), será pura y exclusivamente responsabilidad del Poder Ejecutivo (Fernández). Así, la oposición le sacó el cuerpo a asumir compromiso alguno.
 
Cosa facciamo adesso (ahora qué hacemos?)...
 
El tema es que con el acuerdo vigente –que era lo que Fernández buscaba-, deberá responder a las expectativas y promesas que su gobierno generó. Con el antecedente que sus incumplimientos (más allá de la pandemia) significó que en las elecciones legislativas de 2021, el gobierno sufriera una dura derrota. Y con algunas consecuencias difíciles de ignorar:
 
·         El mayor responsable de la unidad del peronismo en Provincia de Buenos Aires y de la unidad en el ámbito de Diputados –Máximo Kirchner- se opuso y tomó distancia de Fernández
 
·         Junto a quien fuera el presidente del Bloque de Diputados nacionales del Frente de Todos, más de cuarenta legisladores manifestaron su oposición al acuerdo (votando en contra o absteniéndose)
 
·         La oposición ha advertido (cínicamente) que rechazaba las pautas económicas del gobierno porque serían incumplibles. Actitud clásica del oportunismo e hipocresía que los caracteriza, y que (llegado el momento) saldrán a hacérselo saber a la sociedad
 
·         El ministro de Economía, Martín Guzmán, fue quien elaboró el proyecto original que ‘a la hora de la verdad’ (para conseguir votos) fue dejado de lado. El detalle de las metas acordadas con el FMI ‘desaparecieron’ del proyecto final
 
·         La vicepresidenta Cristina Fernández (la política con mayor poder y votos “propios” en el país) se expresó en contra del acuerdo y contra el organismo
 
·         Algunos sectores internos del peronismo han aprovechado para acercarse y convertirse en ‘aliadísimos’ de Fernández, como forma de fortalecerlo y buscar debilitar a Cristina
 
·         Desde el mismo momento en que comenzó la gestión de Fernández existieron cuestionamientos a él y sus colaboradores (funcionariado) en forma “puertas adentro”. Ahora ello se salió de carril; la oposición es pública
 
·         La oposición neoliberal y derechista (Juntos por el Cambio) logró convertir lo que debería haber sido una derrota histórica (el hiper-endeudamiento) en un ‘compromiso patriótico’ al apoyar el acuerdo que el peronismo quería hacer con el FMI (¡)
 
·         Más allá de algunas verbalidades diferentes y de algún voto que no apoyó el acuerdo, Juntos por el Cambio muestra ‘unidad en la lucha’ (contra el peronismo) y no pagó ningún costo político pese a que su jefe contrajo el más irresponsable y entregador endeudamiento de la historia del país (¡)
 
·         Mauricio Macri no logró que la fuerza que conduce acatara su ‘orden’ de rechazo total y absoluto al acuerdo. Su pretensión (alguien lo puede negar?) era que Juntos por el Cambio negociara el apoyo al mismo, pero liberándolo a él de toda sospecha y/o investigación judicial futura sobre tal endeudamiento
 
·         El “abandono” que sufrió Macri (solo apoyado por su obsecuente Patricia Bullrich) se debió pura y exclusivamente a ‘necesidades’ propias de las disputas internas que tiene Juntos por el Cambio con vistas a las elecciones del 2023, y no por cuestiones de principios. Tanto es así que cuando Macri tomó el préstamo del FMI ninguno de sus aliados y correligionarios de causa (neoliberal y derechista) lo cuestionó, objetó y/o denunció
 
·         Además, quienes hoy lo ‘abandonaron’ llegado el momento sabrán darle su apoyo, su operatividad, y su colaboración para finalmente hacerlo zafar de sus responsabilidades penales. Ya habrá tiempo para negociaciones...
 
·         Pero quizás lo más importante para dejar de lado este reclamo de Macri a sus conducidos, esté en que éstos confían en que el estado claudicante, vergonzante, de compromiso y de desprestigio del Poder Judicial, sabrá serles funcionales en su momento (Será justicia)
 
·         La forma en que los medios hegemónicos trataron este crucial tema de aprobarse o no el acuerdo, demostró que a ellos no les interesaba en absoluto la participación del grueso de la sociedad. La 'pelea' se circunscribió a algunos programas específicamente políticos (que son consumidos por la gran minoría social). El ciudadano común está preocupado en problemas muchos más ‘terrenales’ y actuales, que en consecuencias de un acuerdo sobre el que deberán responder sus hijos, nietos y bisnietos...
 
·         Tanto es así que los mismos medios que desde 2014 a 2022 des-informaron sobre los bombardeos de Ucrania sobre el Donbass, aprovecharon estos días para sobre-informar sobre la crisis en Europa. El árbol (Ucrania-Rusia) tapó el bosque (acuerdo Argentina-FMI)...
 
·         Las consecuencias internacionales de la crisis de Ucrania servirán a los medios y a los políticos neoliberales y derechistas para responsabilizar a Rusia de la crisis (¿?), y con ello evitar que se conozcan las responsabilidades de políticas de empobrecimiento y endeudamiento, como la aplicada por Macri y sus aliados de la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica cuando gobernaron
 
·         El gobierno ha ratificado su decisión de mantener la desmovilización del peronismo (y demás sectores nacionales y populares) y de continuar reaccionando ante los problemas –al parecer-, con un innegable objetivo (como máxima) de imitar al radicalismo de los años 80...
 
Ahora será el turno del Senado. Al parecer, otro trámite. Y tras ello, a continuar gobernando con la esperanza –de muchos- que superada la pandemia y con el acuerdo ‘en mano’, el gobierno (por fin) se ponga en marcha.