Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS (Jorge A. Molinari)

SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS (Jorge A. Molinari)

MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari)  (Abordando eso gris, que parece la teoría).

El voto, las elecciones, el funcionamiento de los partidos políticos, son también una conquista en la lucha de clases impuesta por el ejercicio correcto de la dictadura del proletariado. Sin la lucha de la clase obrera en el mundo, las conquistas de la democracia serían inalcanzables.

Es común ver a los medios controlados por las empresas de la burguesía, edulcorar esto y ponerse   ellos como defensores de la democracia, y a las organizaciones populares y obreras que muchas veces deben acudir a medidas de lucha, como los enemigos de ellas. Bastaría recordar a los mártires de Chicago y a las mujeres textiles asesinadas recordadas en el mundo los 8 de marzo entre miles y miles de hechos que se dieron y se dan en el mundo para defender esas conquistas.

Ahora otra cosa es analizar el origen y el desarrollo de las luchas guerrilleras, que por lo general tiene un origen nacionalista, que en su mayoría son utilizas por la derecha, al no tener estas un desarrollo democrático interno que les permita superar las limitaciones que esta clase de lucha presenta. En última instancia ese es el desafío de su vinculación con las organizaciones populares.

Ahora el poder del capitalismo no radica solo en el Estado, radica en el desarrollo de su aparato productivo en el mundo. Por eso incluso se puede llegar a la imagen errónea que conquistando una elección o triunfando una revolución, el Estado cambia su carácter de clase, aunque ello no significa que no haya que recurrir a las contiendas electorales, y de no ser ellas posibles a revoluciones.

Nuestro problema es tener un programa que signifique que el triunfo en un Estado, signifique un avance del conjunto de las luchas de los trabajadores en el mundo.

En un determinado momento de la historia, el tener el poder político del Estado y buena parte de la economía estatizada era un avance, hoy ya no alcanza con ello, y la economía estatizada no resuelve los problemas generales de la economía, es necesario imponer medidas universales, con dos herramientas con profundo contenido clasista como son la moneda y los impuestos. Sobre ellas la burguesía y gran parte de la izquierda las ha tenido escondidas como que no fueran instrumentos importantes en la dominación de clase.

Tanto es así que el Presidente Mujica centró en ellas gran parte de su discurso en setiembre del 2013 en la ONU, sobre el cual luego de pronunciado se hizo un profundo silencio de todos, también del autor, que aún hoy se mantiene.

No es este un desafío menor. Durante mucho tiempo en la historia moderna, el objetivo de la izquierda era concentrar el poder en un Estado dueño de la actividad económica. Esto desconocía la realidad de que el capitalismo tal cual lo analizara Lenin en 1916 (El imperialismo fase superior del capitalismo), había pasado el poder de la economía y el gobierno de la misma en pugna a manos de los conglomerados empresariales multinacionales, que es el gobierno actual de la humanidad, que tienen organismos centrales, FMI, Banco Mundial,  entre otros en la regulación de su actividad.

Sin embargo no podemos desconocer que un peligro se cierne sobre la humanidad, en tanto la principal industria del modo de producción capitalista predominante, es el de la guerra, y en ella están los mejores técnicos y los mejores instrumentos de desarrollo, contradictoriamente con poder para destruir varias veces a la humanidad sobre la faz de la tierra.

Entonces la lucha por la paz es la prioridad principal, pero ella necesita de medidas concretas en que se puede reconvertir la industria de guerra, y para ello se necesitan fondos que permitan reconvertir no solo a la industria de guerra sino toda la industria en su conjunto, y de vuelta aquí la necesidad de herramientas como la moneda y los impuestos sobre la circulación del dinero, para dar muerte a los paraísos fiscales y construir una economía con una base diferente a la actual.

Lenin hablaba de la posibilidad de un transito pacifico, la vida a esa posibilidad la está confirmando fundamentalmente  en este desarrollo formidable que tomando como centro a China y Vietnam entre otros países realiza de la zona de libre comercio más grande en la historia de la humanidad.

El problema es la falta de militantes y organizaciones que estén trabajando en el mundo en este sentido.

Nosotros somos optimistas en medio de tanto crimen y droga organizados y de tanta pobreza de las masas a lo largo y ancho del planeta, pensamos que reorientada ideológicamente la humanidad está en condiciones de retomar el camino que se iniciara en 1871 con la comuna de Paris.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El voto, las elecciones, el funcionamiento de los partidos políticos, son también una conquista en la lucha de clases impuesta por el ejercicio correcto de la dictadura del proletariado. Sin la lucha de la clase obrera en el mundo, las conquistas de la democracia serían inalcanzables.

Es común ver a los medios controlados por las empresas de la burguesía, edulcorar esto y ponerse   ellos como defensores de la democracia, y a las organizaciones populares y obreras que muchas veces deben acudir a medidas de lucha, como los enemigos de ellas. Bastaría recordar a los mártires de Chicago y a las mujeres textiles asesinadas recordadas en el mundo los 8 de marzo entre miles y miles de hechos que se dieron y se dan en el mundo para defender esas conquistas.

Ahora otra cosa es analizar el origen y el desarrollo de las luchas guerrilleras, que por lo general tiene un origen nacionalista, que en su mayoría son utilizas por la derecha, al no tener estas un desarrollo democrático interno que les permita superar las limitaciones que esta clase de lucha presenta. En última instancia ese es el desafío de su vinculación con las organizaciones populares.

Ahora el poder del capitalismo no radica solo en el Estado, radica en el desarrollo de su aparato productivo en el mundo. Por eso incluso se puede llegar a la imagen errónea que conquistando una elección o triunfando una revolución, el Estado cambia su carácter de clase, aunque ello no significa que no haya que recurrir a las contiendas electorales, y de no ser ellas posibles a revoluciones.

Nuestro problema es tener un programa que signifique que el triunfo en un Estado, signifique un avance del conjunto de las luchas de los trabajadores en el mundo.

En un determinado momento de la historia, el tener el poder político del Estado y buena parte de la economía estatizada era un avance, hoy ya no alcanza con ello, y la economía estatizada no resuelve los problemas generales de la economía, es necesario imponer medidas universales, con dos herramientas con profundo contenido clasista como son la moneda y los impuestos. Sobre ellas la burguesía y gran parte de la izquierda las ha tenido escondidas como que no fueran instrumentos importantes en la dominación de clase.

Tanto es así que el Presidente Mujica centró en ellas gran parte de su discurso en setiembre del 2013 en la ONU, sobre el cual luego de pronunciado se hizo un profundo silencio de todos, también del autor, que aún hoy se mantiene.

No es este un desafío menor. Durante mucho tiempo en la historia moderna, el objetivo de la izquierda era concentrar el poder en un Estado dueño de la actividad económica. Esto desconocía la realidad de que el capitalismo tal cual lo analizara Lenin en 1916 (El imperialismo fase superior del capitalismo), había pasado el poder de la economía y el gobierno de la misma en pugna a manos de los conglomerados empresariales multinacionales, que es el gobierno actual de la humanidad, que tienen organismos centrales, FMI, Banco Mundial,  entre otros en la regulación de su actividad.

Sin embargo no podemos desconocer que un peligro se cierne sobre la humanidad, en tanto la principal industria del modo de producción capitalista predominante, es el de la guerra, y en ella están los mejores técnicos y los mejores instrumentos de desarrollo, contradictoriamente con poder para destruir varias veces a la humanidad sobre la faz de la tierra.

Entonces la lucha por la paz es la prioridad principal, pero ella necesita de medidas concretas en que se puede reconvertir la industria de guerra, y para ello se necesitan fondos que permitan reconvertir no solo a la industria de guerra sino toda la industria en su conjunto, y de vuelta aquí la necesidad de herramientas como la moneda y los impuestos sobre la circulación del dinero, para dar muerte a los paraísos fiscales y construir una economía con una base diferente a la actual.

Lenin hablaba de la posibilidad de un transito pacifico, la vida a esa posibilidad la está confirmando fundamentalmente  en este desarrollo formidable que tomando como centro a China y Vietnam entre otros países realiza de la zona de libre comercio más grande en la historia de la humanidad.

El problema es la falta de militantes y organizaciones que estén trabajando en el mundo en este sentido.

Nosotros somos optimistas en medio de tanto crimen y droga organizados y de tanta pobreza de las masas a lo largo y ancho del planeta, pensamos que reorientada ideológicamente la humanidad está en condiciones de retomar el camino que se iniciara en 1871 con la comuna de Paris.