Vie. 29. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

LA INVESTIGACIÓN... (Oscar Bravo)

LA INVESTIGACIÓN... (Oscar Bravo)

LOS TEQUES-VENEZUELA  (por Oscar Bravo)  La Investigación social y el conocimiento científico.

El presente ensayo sobre la investigación social, nos va permitir realizar una aproximación epistemológica que se encuentra sustentada en los problemas metodológicos y en la construcción de conocimiento científico social y que nos ayuda a consolidar una base intelectual para discernir y argumentar, como por ejemplo, el uso de técnicas de recolección de información que sean eficaces y acordes para lo que se está investigando y el uso del llamado dato cualitativo, para poder realizar análisis de resultados y triangulaciones , no solo desde una postura paradigmática determinada (enfoque cualitativo) que se direccione al sentido y significado de las características de una realidad social, particular y autónoma, sino que también es importantísimo tomar en cuenta la territorialidad cultural, que en éste caso, viene dado por la pertenencia a un ámbito geográfico ubicado a todo lo largo y ancho de la América Latina y el Caribe, que nos identifica con sus especificidades propias, y verdades históricas, que nos da una identidad determinada, única e irrepetible,  que impregna de manera significativa a la investigación social.

Tenemos que ir desarrollando las profundas y complejas reflexiones sobre los desafíos y retos que tiene las ciencias sociales para  la américa latina, para construir una identidad conceptual, que se aleje de esos traslados mecánicos de realidades sociales que son propias de la mirada dominante de lo que se conoce como el eurocentrismo, a lo largo de varios años de colonialismo político, económico y cultural, y que para después, surge un nuevo espacio de pensamiento dominante, de manera concreta y avasallante, luego de concluir la segunda guerra mundial, aparece en los últimos 75 años, lo que se conoce como el norte centrismo, que sigue dándole opacidad a nuestra realidad social latino caribeña, y como dice De Sousa Santos, cuando expresa que las teorías sociales, conceptos y categorías que utilizamos en ésta lado del mundo, pertenecen a realidades sociales de otros países, (algunos países europeos y el estadounidense), y reflexiona hacia el reto que se tiene en la investigación social de inventar o crear nuestras propias teoría sociales, categorías y concepto, y puso como ejemplo de ésta “enajenación cultural” de querer ver la historia bajo los mismos “parámetros europeos” , cuando de manera inútil sobre el como se dio en américa latina , el cambio del modo de producción feudal, al modo de producción capitalista, y yo le agregaría el nada productivo debate sobre las supuestas características de “la edad media latinoamericana”.

Considero que sigue siendo importante y de primer orden estratégico para las ciencias sociales, las reflexiones De Sousa Santos, cuando señala la gran brecha conceptual que hay entre “el marco teórico y realidad social de nuestros países”, que nos hace ver como muy normal y natural, lo que no es nuestro, que no pertenece a la idiosincrasia cultural que abarca desde México que a pesar de ser geográficamente, un país norteamericano, tiene un identidad cultural latinoamericana, hasta llegar al sur de Suramérica, región compartida por Chile y Argentina. Por lo tanto, el logro de esa autonomía epistemológica regional, por parte de los investigadores sociales latinoamericanos, pasa por una evaluación profunda de como hemos ido construyendo un conocimiento que ha estado totalmente direccionalizado, desde otras partes del mundo y con otras realidades sociales, cuando el autor De Sousa Santos, dice:

“Pienso que nuestro problema para reinventar la emancipación social hoy, para reinventar otra forma de articulación en nuestra actividad y en nuestra autoridad, es que necesitamos de otro tipo de conocimiento, de otro tipo de racionalidad. Por eso nuestros problemas no son quizás solamente teóricos, son epistemológicos…”

Esto nos permite visualizar la grandes dificultades que hemos tenido hasta ahora, por clarificar cuales serían esas conceptualizaciones y categorías que sean acordes con nuestra realidad social, en donde se incluye el manejo de la racionalidad y la modernidad, no solo en la investigación social latinoamericana y Caribeña, si no que permite legitimar categorías basadas en las diferencias sociales entre las regiones, como lo explica De Sousa Santos:

“La tercera monocultura es la mala cultura del tiempo lineal, es la idea de que el tiempo va hacia adelante, que tiene sentido, que tiene dirección. Es la idea de que los países desarrollados van hacia delante, que en todas las instituciones, en todas las formas de vida, los países desarrollados son por definición más desarrollados y más avanzados que los países no desarrollados. Eso tiene una consecuencia tenaz en que los países menos desarrollados no pueden ser en ningún aspecto más desarrollados que los desarrollados, justamente por esta concepción del tiempo. Esta es la tercera manera de crear una ausencia y llamar retrasado residual a algo que no puede competir con lo que es avanzado”.

Todo esto nos lleva a seguir reflexionando sobre los problemas metodológicos y la construcción de conocimiento científico, pero desde el amito territorial cultural, y que hasta ahora ha sido establecido en la dualidad dominación – transculturización, que mantiene en “alerta permanente a las personas dedicadas al estudio del conocimiento desde las especificidades territoriales que nos caracteriza, y que a través del pensamiento crítico, se pueden abordar reflexiones sobre el conocimiento, como bien lo señala Sara Alvarado: “Fuimos encontrando que la colonialidad del poder y de género son arquitecturas que bordean un campo de saber. Pensamos en que las interpretaciones en el habla y en la escucha, las corporalidades y la ética–política del Pensamiento Crítico son cruciales para comprender las formas de leer los mundos desde otras construcciones”.

Eso significa que el abordaje de los saberes, tiene dos importantes vertientes para darle ese sentido y significado a nuestras realidades, que desde un pensamiento crítico te permita no solo comprender la realidad social estudiada, sino de realizar aportes al saber, desde las respectivas interpretaciones desde indicadores claves como el estudio de género y el poder con sus instrumentos de dominación y que representa los diferentes matices y miradas para acercarnos a las realidades sociales del sur: “Cada tendencia partió del reconocimiento de esas voces que poco a poco fueron creando lo que hemos denominado una Polifonía del Sur, esa pluralidad del decir, esa alteridad de la escucha, esa disposición crítica en la que se amplifican las palabras del Pensamiento Crítico, el Pensamiento Descolonial, el Pensamiento Feminista, el Pensamiento Ambiental, los Estudios de Memoria y finalmente, las Epistemologías del Sur”.

Por lo tanto, hay una lucha ideológica – conceptual que permita una ruptura epistemológica desde el sur, ya que hasta ahora las corrientes positivistas han actuado con un fuerte dominio desde la dupla eurocentrismo – norte centrismo, pero que se ha ido encontrando, con nuevas formas de vernos a nosotros mismo, desde nuestros científicos sociales, tal como lo expresan, Prigorian y Bracamonte: “Una porción importante de los científicos sociales en el continente no sólo internalizaron el giro hermenéutico a través de los Estudios Culturales y se alejaron de las posturas positivistas, sino que asumieron la complejidad como el escenario propio para que la región se comprenda a sí misma en su inmensa diversidad, sus rasgos culturales, históricos, étnicos distintivos, en sus contradicciones y luchas decoloniales, sus rupturas y continuidades, sus memorias y su relación con la naturaleza, entre tantas otras problemáticas”.

Otro tema del debate paradigmático para la construcción del conocimiento científico, no es solo desde la territorialidad, sino el tipo o enfoque investigativo con el cual se construye el conocimiento científico, en donde es predomínate las corrientes positivistas que emanan desde el eurocentrismo y el norte centrismo…y que hay autoras y autores del pensamiento social, que enmarcan como paradigmas emergentes a la investigación cualitativa, el cual es muy bien explicado por Vasilachis, cuando señala, en primer lugar, cual es el sentido y significado del concepto de investigación cualitativa, por parte de algunas definiciones que ella considera como relevantes: “Por su parte, Creswell (1998: 15, 255) considera que la investigación cualitativa es un proceso interpretativo de indagación basado en distintas tradiciones metodológicas —la biografía, la fenomenología, la teoría fundamentada en los datos, la etnografía y el estudio de casos— que examina un problema humano o social. Quien investiga construye una imagen compleja y holística, analiza palabras, presenta detalladas perspectivas de los informantes y conduce el estudio en una situación natural. La investigación cualitativa es, para Denzin y Lincoln (1994: 2), multimetódica, naturalista e interpretativa. Es decir, que las investigadoras e investigadores cualitativos indagan en situaciones naturales, intentando dar sentido o interpretar los fenómenos en los términos del significado que las personas les otorgan. La investigación cualitativa abarca el estudio, uso y recolección de una variedad de materiales empíricos –estudio de caso, experiencia personal, introspectiva, historia de vida, entrevista, textos observacionales, históricos, interaccionales y visuales— que describen los momentos habituales y problemáticos y los significados en la vida de los individuos”.

Por lo tanto estas amplias definiciones permite establecer algunos parámetros claves comparativo, con respecto a la investigación positivista – cuantitativa, ya que ésta ultima de centra en el dato numérico, que permita verificar una situación dada, y en cambio en la investigación cualitativa, se busca lo humano, como el centro de la investigación, los sentidos y significados que tienen las y los otros de acuerdo a una realidad social determinada, el cual se fundamenta en develar y conocer cualidades, con la utilización  de técnicas de recolección de información, más allá del número, así es como Vasilachis, comenta éste sentido comparativo y definitorio de la investigación cualitativa: “Para Mason (1996: 4) la investigación cualitativa no puede ser reducida a un conjunto simple y prescriptivo de principios, y señala tres elementos comunes a la rica variedad de estrategias y técnicas. Así, entiende que la investigación cualitativa está: a) fundada en una posición filosófica que es ampliamente interpretativa en el sentido de que se interesa en las formas en las que el mundo social es interpretado, comprendido, experimentado y producido, b) basada en métodos de generación de datos flexibles y sensibles al contexto social en el que se producen, y e) sostenida por métodos de análisis y explicación que abarcan la comprensión de la complejidad, el detalle y el contexto”.

Y más allá de ese debate interminable entre la diversidad de paradigmas y enfoque investigativos, nos encontramos con posiciones mixtas, que evitan la mirada excluyentes que aparecen como irreconciliables entre las perspectivas cualitativas y cuantitativas, surgen otras maneras de ver y acercarse a la utilización de técnicas e instrumentos para la recolección de información y de datos, que aparecen en la escena investigativa con una posición no dogmática para resolver problemas que limitan las posturas extremas, entre ellas tenemos el caso de las triangulaciones y otros métodos mixtos, en la que representan a una cierta flexibilidad metódica en el uso de las técnicas e instrumentos en la investigación, y sobre es debate, Piovani, reflexiona sobre algunas opiniones sobre éste tema:

“A partir de una revisión de la literatura sobre el tema, Chiesi (2002) concluye que en la actualidad la mayoría de los autores considera que el clivaje cuantitativo-cualitativo es banal o inadecuado. Cardano (1991), por su parte, indica que resulta ambiguo y que en todas las tradiciones teóricas de las ciencias sociales se han desarrollado técnicas que podrían considerarse cualitativas o cuantitativas. Para Statera (1992) se trata de una cuestión meramente retórica, y Campelli (1991) opina que todos los actos de investigación empírica implican una combinación de calidad y cantidad”.

En la que también es importante destacar, algunas conclusiones sobre ese debate entre lo cualitativo vs lo cuantitativo, al señalar lo siguiente: “Como plantea Ruiz Olabuénaga (1996), en estos textos parecería sostenerse una posición de relativo consenso, ligada al argumento técnico del debate cuantitativo-cualitativo, en torno a dos cuestiones: 1. ambos métodos son igualmente válidos, aunque por sus características resultan recomendables en situaciones diferentes, y 2. ambos métodos no son incompatibles, hecho del que deriva la posibilidad de integración siempre que esto repercuta en un mejor abordaje del problema en cuestión”.

Y la triangulación se convierte en la materialización y combinación de los métodos cualitativos y cuantitativos, en donde se incluyen enfoques y teorías, y también de manera intermétodo cuando se usa por ejemplo de forma combinada la observación participante y las entrevistas en profundidad, y su importancia para la investigación, lo señala Piovani, cuando comenta:

“Ahora bien, ¿con qué objetivos se ha apelado a la triangulación en las ciencias sociales? Knafl y Breitmayer (1989) sostienen que ella ha tenido dos objetivos en la investigación social: la convergencia y la completitud. En otras palabras, se ha recurrido a la triangulación como medio de validación convergente o como vía para alcanzar una comprensión más completa de un fenómeno, abordándola desde distintas perspectivas. En un mismo sentido, Bericat (1998) describe los objetivos de la triangulación en términos de convergencia y complementación, pero introduce una tercera posibilidad: la combinación”.

Sin embargo, sobre la triangulación hay posiciones críticas para la investigación social, como por ejemplo la cita que hace Piovani de Bryman, quien comenta: Bryman (2004) también destaca este riesgo y advierte que en la actualidad hay una tendencia – para él injustificada– a considerar que la investigación que combina los métodos cuantitativos y cualitativos es superior a la que se basa en un solo método. “Así como ha sido habitual recurrir a las técnicas estadísticas como fetiches, sin desplegar controles intelectuales críticos en su utilización, hay algunos elementos que permiten pensar que algo análogo ha empezado a suceder con la triangulación: en muchos casos se la invoca de modo ritualista, sin el debido cuidado y la reflexión crítica acerca de sus fundamentos y límites metodológicos”.

Hay que señalar, la existencia de una gran variedad de caminos metodológicos para la recolección y obtención de información en la investigación social, entre las cuales tenemos: las encuestas, las comparaciones y los estudios de casos, la etnografía y la reflexividad, las entrevistas, los grupos de discusión, la investigación biográfica y la Big Data como una interesante herramienta compleja que maneja datos e información, que hace surgir unas importantes reflexiones sobre el uso ético y adecuado en la investigación social de posible información sensible, en la que deber revisarse de manera constante con los debidos controles supervisorios, de cuáles son los verdaderos propósitos que tiene una determinada investigación social.

Referencias bibliográficas:

Alvarado, S.V; Pineda, J; Correa, K. (2018). Polifonías del sur. Buenos Aires: Clacso.

De Sousa Santos, B. (2008). Los desafíos de las ciencias sociales hoy. En Pensar el Estado y la sociedad: desafíos actuales. Buenos Aires: Clacso.

Piovani, J. I. (2018) “Triangulación y métodos mixtos”. En A. Marradi, N. Archenti y J. I. Piovani, Manual de metodología de las ciencias sociales. Buenos Aires: Siglo Veintiuno.

Vasilachis de Gialdino, I (2006) “La investigación cualitativa”, en I. Vasilachis de Gialdino (Coord.) Ameigeiras, A.R.; Chernobilsky, L.B.; Giménez Béliveau, V.; Mallimaci, F; Mendizábal, N.; Neiman, G.; Quaranta, G. y Soneira, A, J. Estrategias de Investigación Cualitativa. Barcelona: Gedisa.

Vasilachis de Gialdino, I. (2009) “Ontological and epistemological foundations of qualitative research”, Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 10(2) Versión en español disponible este link.

Vasilachis de Gialdino, I. (2018) “Propuesta epistemológica, respuesta metodológica y desafíos analíticos”, en A. Reyes Suárez, J.I. Piovani y E. Potaschner (Coords.) La investigación social y su práctica. Aportes latinoamericanos a los debates metodológicos de las ciencias sociales, pp. 27-57. Buenos Aires: CLACSO, Teseo, FaHCE.

(Oscar Bravo, Politólogo).