SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) Se informó que fue “descubierta” (¿?) una “cueva” en territorio portuario de esta ciudad.
El hecho no deja de llamar la atención, porque suena poco creíble lo del “descubrimiento”, cuando existían comentarios desde hacía muchísimos meses de esta existencia en un territorio que es monitoreado constantemente por diferentes fuerzas de seguridad provinciales y nacionales.
Por “cueva” se entiende a un un sitio destinado a realizar maniobras dinerarias ilegales, como operaciones con cheques y documentos, como préstamos con uso de trajetas de crédito, y compra y venta de divisas, sin control estatal alguno. Maniobras ilegales y de evasión.
El operativo policial estuvo a acrgo de personal de la AIC (Agencia de Investigación Criminal) en un allanamiento a un departamento situado en un conocido complejo edilicio (Puerto Amarras) en pleno puerto de Santa Fe.
Según la información, se secuestraron:
· 45 millones de pesos
· 83.000 dólares
· 23.000 reales y
· 22.000 euros
· 39 tarjetas de débito, y
· Documentación a nombre de terceros.
Se detuvo a quien se encontraba en el lugar, que fue identificado solo por las iniciales A.J.B. de unos 40 años. Interviene la justifia Federal que analizará la existencia (o no...) de Lavado de Activos y Defraudaciones “con operatoria de tarjetas de débito y Lavado de activos”.
La causa surgió...
Porque en junio un hombre efectuó una denuncia policial, indicando que era dueño de un departamento en un complejo portuario que alquilaba. Que al retornar de un viaje efectuado se presentó a reclamar el pago de alquileres atrasados y comprobó que la cerradura de la puerta del inmueble había sido cambiada; y que además, la locataria le impidió el ingreso.
También en la denuncia indicó que dicha locataria le había alquilado ese inmueble a un nuevo inquilino. Fue así que se inició una acción judicial.
De resultas de ello se hizo el allanamiento (en la mañana del martes 12 de septiembre) con el objetivo de recuperar los bienes retenidos a la denunciante (televisor y electrodomésticos), y se ‘encontraron’ con la existencia del dinero (que luego secuestraron).
Fue allí que la policía (y Gendarmería Nacional) requirió explicaciones a quien se hallaba en el departamento, y éste no pudo explicar el porqué de la existencia de tal dinero.
De esta acción surgieron otros 7 allanamientos que incluyeron un inmueble en un country privado, un local comercial en la Galería Rivadavia (la misma donde funcionaba la -supuesta- agencia de turismo Oldani-, y un estudio jurídico del macro-centro.
Cómo puede ser que la justicia y las fuerzas de seguridad “descubran” una “cueva” por casualidad...?
