CIUDAD DE PANAMÁ-PANAMÁ “Estamos obligados a cambiar el rumbo del Estado panameño”.
Los problemas agudos en la que está sometido nuestro país producto de los constantes fracasos de las políticas neoliberales aplicadas desde la invasión militar, obliga una transformación que desencadene los cambios fundamentales en la política y en la sociedad.
Lo cierto es que esa democracia tras la invasión colapsó, ha fracasado por más que la defienden y añoren perderla; reflejo de esta situación es la galopante corrupción e impunidad, casos de abusos a menores que estremecen el tejido social, política exterior apegado al dictamen del Comando Sur, la DEA y del Departamento de Estado de los Estados Unidos, la persistencia de la pobreza y la miseria, el desempleo, la inseguridad, la exclusión social, el endeudamiento público cada vez más creciente; siguen generando las condiciones objetivas para un cambio de rumbo hacia una democracia progresista, aún en el marco del sistema capitalista panameño.
Para ese cambio de rumbo, se requiere ante todo retomar la independencia política, hacer hincapié en la participación del Estado en el desarrollo y en la redistribución justa de la riqueza, acompañado de una arqueología de pensamiento patriótico cultural progresista que logre configurar la identidad del Estado-nación, que rediseñe el entramado institucional inspirado en un nuevo país que debe emerger de una constituyente originaria que refundaría el nuevo Estado nacional, con democracia progresista, participativa, incluyente y con desarrollo sostenible, así como la sustentabilidad de los diferentes ciclos ecológicos.
Es necesario materializar las banderas sociales y populares, inspiradas en nuestra historia de lucha del pueblo panameño, que permita un modelo de país en el que prevalezca la paz, el orden y el bienestar social, expandiendo las relaciones internacionales, la economía y el comercio, que sobre la base de un proceso, se vaya distanciándose de la exclusividad norteamericana.
La Central Nacional de Trabajadores de Panamá, insta a la movilización participativa de los distintos actores sociales y populares guardando la unidad en la diversidad para generar sobre la base de un proyecto común alternativo consensuado, el cambio de rumbo de la nave del Estado panameño.
